Revista Cultura y Ocio

¿Saludas o pasas?

Publicado el 29 abril 2014 por Molinos @molinos1282

¿Saludas o pasas?En el mundo hay dos tipos de personas: las que saludan y las que se piran.
Están los que atisban a alguien y van a su encuentro para saludar y están los que se echan el pelo por la cara, se suben el cuello del abrigo, se dan la vuelta ipsofácticamente o directamente se bajan del autobús para no saludar.
Si alguien se pregunta, yo soy de las que se pira y se baja del autobús aunque le queden 20 paradas.  
He decidido autoanalizar esta querencia mía por la invisibilidad social para saber a qué responde.
¿Por qué no saludo?
1.- Por pánico escénico. Tengo una cara muy normal. Toda yo soy muy normal...por no decir anodina. Ni alta ni baja, ni gorda ni flaca. No llevo crestas, ni melenón ni el pelo de un color imposible y casi nunca me pongo mis características gafas. ¿Qué pasa con esto? Pues que la gente se olvida de mí. Cuando alguna vez decido volverme alguien sociable o cuando llevo un nivel de alcohol por encima de la media en mi sangre me he lanzado a saludar a un conocido, la mayoría de las veces me he encontrado con esa mirada de foca monje que en el mejor de los casos dice: “ni idea de quién eres” y en el peor dice “María, nos conocemos del colegio”.  ¿Hay algo peor que tener que explicarle a alguien de qué le conoces cuando obviamente no se acuerda? ¿hay algo más ridículo?
2.- No saludo porque no quiero saludarte. Esta variable presenta muchas subdivisiones.
2a) No quiero saludarte porque tuvimos un pasado precioso que no quiero que me jodas con el presente. Voy a hacer un esfuerzo sobrehumano por olvidar que te he vislumbrado en este momento para seguir manteniéndote en el recuerdo idílico y precioso.
2b) No quiero saludarte porque me caes mal. Lo siento pero no sirvo para la farsa social, si me caes mal y no es obligatorio que te salude, no voy a saludarte. Seré educada si por trabajo, compromiso social o choque frontal tengo que saludarte, pero nada más. Me caes mal, seamos sinceros. ahorrémonos las formalidades.
2c) No quiero saludarte porque tuvimos un pasado horrible. ¿Hay posibilidad de que el presente sea maravilloso? Pues sí pero sinceramente con nuestros antecedentes...mejor no arriesgarnos.
Estas situaciones se aplican igual a amigas del colegio, excompañeros de curro, de gimnasio, de curso, de viaje, amantes, novios, ligues...lo que sea.
3.- No te saludo porque aunque me caes bien voy con alguien que no quiero que veas. Tengo una vida que a lo mejor no quiero que conozcas, o que es complicada y no quiero tener que ponerme a explicarte o que no quiero explicarte y ver en tu cara la expresión de ¿qué me estás contando?
4.- No te saludo porque vas con alguien que sé que no quieres que vea. Y puede ser tu madre. 
5.- No te saludo porque me caes bien pero vas con alguien que no quiero saludar por cualquiera de los motivos del punto 2.
6.- No te saludo porque ninguno de los dos deberíamos estar aquí y los sabemos. Y no, no hablo de “eso” que estáis pensando....hablo de cualquier cosa.
7.- No te saludo porque me aterra que no sepas quien soy. Me caes bien.  Me encantaría saludarte pero sospecho que no tienes ni idea de quién soy y prefiero vivir en mi país de luz y color donde no sólo sabes quien soy sino que me recuerdas con cariño y estabas deseando volver a encontrarte conmigo. Si me caes fenomenal puede que incluso en mi mundo de luz y color imagine que les hablarás de mí a tus nietecitos o a tus colegas en la residencia “Bellasvistas”.
8.- No te saludo porque sé que tú no quieres saludarme. Tengo la certeza absoluta de que me has visto, sabes quién soy y sabes de qué me conoces...y se que no quieres saludarme. ¿para qué iba a querer acercarme yo? ¿Por maldad? Sí, ese es un buen motivo...pero no lo suficientemente bueno. Lo mismo eres un as y me conoces tanto que sabes que lo que más me jodería es que al acercarme fingieras no conocerme y entonces entraríamos en una espiral absurda que mejor nos ahorramos. Te ignoro.
Ser asocialmente absurda es muy complicado y genera mucho stress. Voy paseando parapetada detrás de mis gafas de sol alerta a cualquier posible conocido que entre en mi órbita  para  poder evitar encontronazos...pero por experiencia sé que donde menos te lo esperas, saltas la liebre, la excompañera de colegio, una exprofesora, un exligue, una amiga de tu madre o alguien que te odia.
Eso sí, por experiencia os digo que el mejor sitio para esconderse de alguien a quien no quieres saludar es la sección de baterías de coche de un supermercado...No preguntéis.  

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