Revista Cocina
Al ver esta receta, algunos de ustedes recordarán - casi con seguridad - a sus abuelas o mamás comentando las veces que sus propias madres les preparaban sabayón porque no querían comer, puesto que se creía que con esta crema de huevos algo espirituosa la salud y los kilitos (en otras épocas directamente relacionados entre sí: cuanto más gorditos los bebés y los niños, más sanitos se los consideraba...) estaban asegurados para los pequeños en edad de crecimiento.En fin, los tiempos han cambiado y hoy en día sabemos que el exceso de kilos lejos está de poder garantizarnos una vida plena y prolongada. Eso sí, el sabor de esa crema sigue siendo una delicia (al menos para muchos).Está claro que por su composición (muchas yemas), el sabayón no es un postre para preparar muy seguido si deseamos cuidar nuestra silueta y nuestros niveles de colesterol. Sin embargo, la verdad sea dicha: después de preparar el cheesecake de naranjas y frambuesas me daba pena desechar las 5 yemas que habían quedado huerfanitas. Entonces, me dije: Es buena oportunidad para darse un pequeño gustito y enseñarles esta receta (más que sencilla) para preparar sabayón casero con nueces y sin crema. ¿Qué les parece?Estos son los ingredientes que van a necesitar.
Con estas proporciones se obtienen 3 porciones de sabayón (o sambayón, como también se lo llama por estas tierras).
En un bol que puedas llevar a baño de María, colocá las 5 yemas de huevo junto con 2 copitas de vino Oporto (también pueden usarse Marsala, Jerez, Moscato o Madeira), 2 cucharaditas de fécula de maíz, 2 pocillos de agua fría y 6 cucharadas de azúcar impalpable.
Con batidor de alambre (podés emplear batidora eléctrica si lo preferís) integrá ligeramente los ingredientes antes mencionados.
En una cacerola que contenga el bol sin que éste se hunda en su interior, colocá agua suficiente para cocinar la preparación, pero cuidando que no toque la base del bol (caso contrario, las yemas se cocerán de más y el postre se malogrará) y llevalo a fuego bajo (no mayor a los 60°C para que las yemas no se corten o formen grumos).
Batí de manera constante hasta que la preparación se transforme en una crema espumosa.
Retirá del fuego y continuá batiendo hasta bajar la temperatura de la crema. Una vez fría, añadí la cantidad de nueces picadas que desees. Luego, repartí, de manera proporcional, la crema obtenida en las compoteras, vasos o copas que elegiste para presentar tu postre y decorá con una nuez entera.
En lugar de nueces, podés utilizar cerezas en almíbar, frutillas, almendras o chispas de chocolate.
También podrías decorar con chocolate rallado o cacao en polvo y colocar un fondo o colchón de vainillas mojadas en café o almíbar como base del postre.
Llevá a la heladera por unas cuantas horas y serví bien frío.
La preparación queda cremosa y muy perfumada, aunque mucho menos pesada que si la preparáramos con crema (como indican muchas recetas).Reconozco que no es un postre para todos los días, pero que, muy de vez en cuando, podemos darnos un gustito...
Este delicioso y sencillo postre nació en Italia (se cree que en Nápoles, aunque también se lo atribuyen Venecia y Sicilia, entre otras ciudades y regiones) con el nombre de Zabaglione o Zabaione y se elaboraba con las yemas crudas. Su origen podría estar relacionado con la muy difundida antigua costumbre europea de consumir bebidas reconstituyentes a base de vino y huevos.
Con el paso del tiempo la receta se volvió más segura y las yemas de huevo se pusieron a cocinar a baño de María para evitar problemas de salud relacionados con la salmonella (grupo de bacterias que es la causa más común de enfermedades transmitidas por alimentos).
Espero que les guste la propuesta y que decidan probarla cuando preparen alguna receta que deje abandonadas a su buena suerte a un montoncito de yemas y no sepan en qué otra preparación incluirlas.
Nos volvemos a encontrar en unos días ya con recetas navideñas o para ir programando la mesa de fin de año. Así pueden elegir con tiempo suficiente si alguna de mis propuestas les agrada para recibir a la familia o para regalar a amigos, compañeros de trabajo y familiares.¡Hasta la próxima! Saludos.