Pregunta: Mi padre tiene una reliquia muy antigua, es un medallón grande. He conseguido saber que se trata de San Ado de Vienne. He encontrado alguna cosa sobre él en internet (nada en la Gran Enciclopedía Espasa Calpe). El anverso del medallón lleva pintada su imagen. Lo representa, pintado sobre pergamino, vestido de noble. Dadas las dimensiones no le distingo atributos. Es por eso por lo que te consulto. Dispones de alguna imagen de este santo? Si es así, me encantaría que la compartieses conmigo. En su defecto, puedes decirme cuales son sus atributos? Si lo deseas puedo enviarte foto de la reliquia.
Respuesta: La verdad es que atributos de San Ado, pues los típicos de un arzobispo: báculo, palio, mitra; y, en su caso, podríamos ponerle un libro con la inscripción “Martirologium” ya que esta obra es lo que lo ha hecho famoso y aparecer donde quiera que de santos y mártires se hable. Y ya te digo algo de él, sacando datos del Butler y del Acta Sanctorum, que tengo la dicha de poseer:
San Ado (Adón, Adonne) de Vienne, arzobispo. 16 de diciembre.
Ado nació alrededor del año 800, en Sens, Borgoña. Sus padres lo llevaron a la abadía benedictina de Ferrières para formarlo como correspondía a un noble de su tiempo, allí estudió bajo la tutela del monje del célebre Lupus Servatus, y allí mismo profesó como monje, destacando entre los demás por su ciencia y devoción. Luego pasó a la abadía de Prüm, en tiempos del abad San Markward (27 de febrero), como maestro de los demás monjes, donde comenzó una reforma de la vida monástica, que le trajo la envidia y el mal querer de los demás monjes, que lo expulsaron a la muerte de Markward. Se fue a Roma, donde estuvo varios años, y luego fue a Lyon, donde San Remigio (1 de octubre) le consiguió la parroquia de San Román de Lyon. Ya en el 860 consta su presencia en Vienne, sede para la cual también lo propusieron Remigio y Lupus, a la sazón, abad de Ferrières, y en el 859, el papa Nicolás I le impuso el palio de la dignidad episcopal. Fue un predicador excelente, reclamado por obispos y nobles para oírle.
Ado ha pasado a la historia como un obispo clave de su momento, por su influencia en la política y moral del reino. Fue pieza clave en el escándalo del rey de Lorena: Clotario II repudió a su mujer Theutberga, para unirse a su concubina Waldrada, sobrina del arzobispo de Tréveris. Ado se opuso tenazmente a esta unión y cuando los obispos, con Gunther, arzobispo de Colonia a la cabeza, fueron sobornados y autorizaron este repudio y bendijeron el nuevo matrimonio, en el sínodo de Metz, fue personalmente a Roma comisionado por Carlos el Calvo. Allí denunció al Papa el delito del rey y de los padres sinodales, este, confiando en Ado, excomulgó a los obispos y anuló las conclusiones del sínodo, del que dijo era "un burdel de adúlteros". La cosa se extendió por e implicó a más personajes, pero dejémoslo hasta donde influyó Ado.
Contribuyó a la reforma monástica, la revisión de la liturgia y la disciplina sacramental. Su fama le viene mayormente, como te apunté antes, por su "Martyrologium", que contiene una extensa lista de santos con anotaciones sobre su vida y culto, que terminó en el 858. Toma el Martirologio de Beda (25 de mayo) y lo aumenta con nuevos santos, y corrige otros. Usuardo, Baronio, el martirologio romano se nutrirían de Adón, aunque hay que reconocer que sus estudios en este campo estuvieron viciados por los deseos de proponer ejemplos más que por la verdad histórica. Ya los bolandistas sospechaban de su poco rigor, pero el siglo XX terminó por poner las cosas más claras: su martirologio había que tomarlo "con pinzas". Incluso se le acusa de haber falsificado un martirologio, el "parvum", haciéndolo pasar por uno muy antiguo solo para dar veracidad a su obra. Un ejemplo de sus "arreglos", fue hacer a San Crescente (29 de diciembre) obispo de Vienne, sustituyendo "Galia" por Galacia, donde realmente le envió San Pablo a predicar el evangelio. La manipulación de documentos con la intencionalidad piadosa es casi tan vieja como el cristianismo (y como la misma historia, en otros campos). Además, escribió vidas de santos, el "Chronicon de VI ætatibus mundi", una “historia” desde el principio de la creación hasta su tiempo (la terminó en el 874). Como toda la historia escrita en este tiempo, tiene un tono moral y aleccionador; narra hechos y sus valoraciones sobre estos hechos.
Falleció el 16 de diciembre de 875 y justo era que quien se dedicó al estudio de los santos, entre ellos estuviera, aunque a veces se le llama "beato", a veces "santo". Su tumba fue profanada y las reliquias perdidas por las profanaciones de los hugonotes. Así que esa reliquia que tienes… la verdad, tengo dudas sobre ella. Pero le dedicaré un artículo a estudiarla.