Como en muchos pueblos ancestrales del Perú profundo la fiesta de San Andrés de Pira es muy telúrica y costumbrista. Se festeja desde el 28 de noviembre al 2 de diciembre en su pueblo de Ancash con bombardas y la veneración a este santo el cual congrega a los pobladores de la región y a los que vuelven desde diferentes partes del país. Lo más importante es el recuerdo de los pireños y sus costumbres tradicionales como los bailes, potajes y algunos rituales. Este es un artículo de corte antropológico y social, siendo su finalidad cultural al presentar sus costumbres tan enraizadas en sus pobladores.
La veneración que tienen sus habitantes es exuberante y muy festiva. Es decir muy religiosa. Cuenta la leyenda que el culto a este patrón se debió a que Pira se fundó en el pasaje de Tascas, San Andrés y Santiago. Refieren los campesinos que cuando estaban construyendo el templo se les apareció una culebra de dos cabezas. Y es por eso que San Andrés no quería estar en el pueblo de Tascas y tomaron una decisión. Para evitar el castigo salieron de este pueblo 150 habitantes y se trasladaron a Pira con la imagen de San Andrés. Es decir que este culto al santo nace de una coyuntura mágico-religiosa. También hay otras leyendas que explican su pasado pre-inca y cuya heroína es Inaka como sostiene con argumentos el Antropólogo Wen Sánchez Calvo.
Esta fiesta de San Andrés comienza primero con una misa y después con una procesión. El visitante de honor a esta procesión es el santo de Santiago que lo traen del pueblo vecino de la Libertad. Pasean a los dos santos en andas por todo el pueblo con la finalidad que los bendiga y el pueblo sea más prospero. El funcionario recibe todo tipo de obsequios del pueblo ya sean comidas, licor u otras cosas. Los burritos van muy bien vestidos y llevan productos agrícolas del lugar como papa, repollo yuca.
COSTUMBRES
En Pira a los hijos de los campesinos hasta determinada edad no se les corta el pelo. Se llaman “warkas” y se les hacen en el cabello una especie de trenzas. Temen que si les cortan el pelo sus dientes pueden aparecer deformes. Cuando se les va a cortar eligen a un padrino el que se denomina “Warka Ruti”, comen cazuelada de cuy, picante de cuy o lluca cashqui. También gustan de sopa de mote pelado, sopa de trigo partido, picante quinua y picante de olluco. En la actualidad todavía curan sus enfermedades con tratamientos ancestrales como por ejemplo cuando el niño tiene fiebre utilizan infusiones escorzoneras, ancush, casamali y eucalipto. O cuando tienen cólicos infusiones de rayan de castilla, hinijo, ajenjo, orégano y manzanilla de acuerdo a las investigaciones de la Facultad de Antropología de la Universidad Antúnez de Mayolo.
En Pira los lugareños son muy trabajadores. Es un pueblo ganadero como agricultor. Con 59 centros poblados y una población de 3500 personas -la mayoría rural de acuerdo al censo de 1993- su gente es muy sana y laboriosa. Yo estuve en este pueblo hace 25 años con mi esposa Magda Aliaga Collazos que es oriunda de este lugar. La gente reacciona con mucho valor y amor propio cuando de injusticia se trata como lo hicieron en la Colonia cuando los corregidores querían explotarlos.
Los residentes pireños tienen muchos recuerdos de sus dirigentes como Jacinto Villafuerte, Jorge Aranda y Napoleón Collazos a quien conocí hace 3O años. Un hombre muy dinámico y visionario. Estuve en varios acontecimientos acompañándolo con la música de las roncadoras como de las huanquillas. Siempre su costumbre de los maretazos es muy significativa. En la actualidad festejaron la fiesta de San Andrés los residentes el 8 de diciembre en el local ·”Alca ” de San Martín de Porres. Las danzas son muy alegres y no pierden su identidad. La mayordomo principal que nos recibió fue Josefa Mallqui, quien nos contó que el himno pireño es un huayno muy conocido como Chinchaywasr.
Pira ha cambiado mucho desde que lo conocí. Su Plaza de Armas es muy hermosa como su monumento al Coronel de Infantería Pedro Palacios Figueroa, un importante militar pireño. También tiene en sus terrenos algunas ruinas incaicas como pre-incas de la época de Chavin Wari y del reino de Huaylas. Entre los restos arqueológicos se encuentran la fortaleza de Chayhuasi, Chuncana, Pueblo Viejo, Cashacancha, Mezapampa y Shinan. En estos restos también hay monolitos los cuales están tratando de repotenciar y poner en valor como nos diría el amigo periodista Oswaldo Gonzáles Bernachea quien ha grabado varios vídeos de este pueblo con sus costumbres y tradiciones.
El pueblo de Pira siempre ha sido muy festivo. Cuentan los historiadores que debido a la avaricia de los conquistadores el Inca Tupac Yupanqui como Atahuallpa habrían ordenado cerrar varias minas. “Pirac” habría sido su nombre original que significa en quechua “Quienes serán” refiriéndose a los españoles. El 16 de setiembre de 1593 llegó a Pira el Arzobispo de Lima Santo Toribio Rodriguez de Mendoza para catequizar.
Desde la época del Incario, Conquista y República los centros poblados de Pira han sido rurales y después convertidos en comunidades campesinas. Pira se fundó políticamente el 19 de noviembre de 1927 como comunidad indígena y hasta ahora se le recuerda con bombardas y costumbres mágico-religiosas y tradicionales.