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San Fernando Vázquez, patrón de los imposibles

Publicado el 20 febrero 2020 por Trescuatrotres @tres4tres

La tradición cristiana lleva venerando a San Judas Tadeo como el patrón de los imposibles desde los propios inicios de la religión. Es más, este santo, del que muy poco se sabe, fue uno de los doce apóstoles de Jesucristo. No en vano, el de Qana, en el actual Líbano, era primo del mesías católico. Lo curioso es que también era conocido, para diferenciarlo del traidor Iscariote, como Judas de Santiago, un apelativo con el que guarda una estrecha relación nuestro santo apócrifo. De hecho, fue en la homónima ciudad compostelana en la que se forjó la prolífica carrera de Fernando Vázquez. Por cierto, otro término polisémico, el de carrera, que le viene como anillo al dedo al exprofesor de inglés, conocido por sus míticas cabalgadas en la banda.

Sin embargo, el preparador gallego no debe su fama exclusivamente a su peculiar manera de celebrar los goles. Su dilatada experiencia en los banquillos más humildes, sobre todo en los de su Galicia natal, le ha granjeado la fama de salvador. Un resucitador, permítaseme el vocablo, acostumbrado a las misiones complejas, o lo que es lo mismo, a realizar lo imposible. Por ello, si hubiera un lugar reservado en el orbe futbolístico para la hagiografía, el mago de Castrofeito ocuparía sin duda el lugar del apóstol. Pues quizás la magia se quede corta para explicar su último milagro. El milagro de hacer resurgir al peor Deportivo de La Coruña del siglo.

Más cabeza y menos sistema

Si hablamos de cuestiones tácticas, el entrenador gallego no se caracteriza por una rigidez sistemática. El juego de sus equipos no se limita al desarrollo de un solo esquema. De hecho, dentro del catálogo de dibujos que despliega el preparador de Castrofeito podemos encontrar habitualmente el 4-1-4-1 y actualmente el 5-2-2-1. En el primer caso, opta por jugar con un pivote defensivo como ancla y por delante toda una batería de centrocampistas que permita el control del partido. En el segundo, la disposición otorga gran protagonismo a los carrileros, que se ocupan de defender y subir a partes iguales, y a las labores de enganche de dos mediapuntas caídos a banda. No obstante, estas son sólo dos de las múltiples variantes con las que cuenta el míster coruñés.

San Fernando Vázquez, patrón de los imposibles
Una de las últimas alineaciones del Dépor de Vázquez (fuente: eldesmarque.com)

Sin ir más lejos, una de las consignas que se ocupó en dejar clara durante su presentación con el conjunto blanquiazul fue la de que el sistema variaría cada partido en función de las características del rival. Por lo tanto, éste, el del conocimiento del rival y la adaptación a sus exigencias, es uno de los factores claves del estilo de Fernando Vázquez. El otro se sitúa en el campo de la psicología. Porque si hay una virtud que sobresalga en la labor del mago, ésa es la de convencer al jugador para obtener su 100%. Un arduo trabajo de recuperación moral en jugadores en baja forma, que, basado en charlas y técnicas motivacionales, fructifica en la máxima implicación de sus pupilos. Por ello, si usamos la terminología en boga, Vázquez no es sólo un entrenador, también es un coach, valga la redundancia anglófona.

Callo como salvador

Pese a ser el entrenador que ostenta el dudoso honor de contar con más descensos en su haber, hasta 6, el gallego también cuenta con una interesante hoja de servicios en ascensos y permanencias. Una polaridad que no produce extrañeza si tenemos en cuenta la humildad de los banquillos en los que se ha sentado durante su trayectoria. Un camino que comenzó en el modestísimo Lalín, club que llevó hasta la 2ª B desde las categorías regionales. Esta hazaña se convirtió en el detonante de una carrera marcada por las misiones casi imposibles y por su amplio despliegue dentro de la región gallega, donde es todo un mito.

San Fernando Vázquez, patrón de los imposibles
El técnico gallego celebrando una de sus gestas (fuente: lavozdegalicia.es)

Entre sus gestas, podemos destacar varias cronológicamente. La primera en la élite constituye la permanencia durante más de dos temporadas de la S.D. Compostela en la máxima categoría, todo ello bajo las órdenes del peculiar presidente Caneda. Años más tarde y también en su tierra, encadenó dos campañas de éxito en el Celta de Vigo. En la primera consiguió el ascenso y en la siguiente la clasificación europea que le pasaría factura al año siguiente. Ya más cercana en el tiempo encontramos la machada de hace tres años en Mallorca, logrando la permanencia en la categoría de plata para el club bermellón. Ahora es en Riazor donde se encomiendan a sus milagros.

Una buena segunda parte

Dicen que las segundas partes nunca fueron buenas, pero ésta parece ser la excepción. Y es que aunque muchos no lo recuerden porque la memoria futbolística es tan corta como lo que dura una semana, el de Castrofeito no se sienta por primera vez en el banquillo local de Riazor. Más reseñable aún es el hecho de que en aquella ocasión no se acabara la relación entre club y entrenador de una manera especialmente amistosa. Contextualizando, el profe había devuelto al Dépor a la élite en 2014 tras un primer intento fallido con la temporada anterior empezada. Tal fue la labor del preparador en ese año infructuoso, que los mandatarios coruñeses ampliaron su vinculación a los blanquiazules.

San Fernando Vázquez, patrón de los imposibles
Su destitución en 2014 se debió a unas polémicas declaraciones (fuente: lavozdegalicia.es)

Tras la consumación del ascenso y a días de comenzar la pretemporada de vuelta a la élite, de vuelta a la ilusión, las cosas se torcieron abruptamente. Unas palabras extraídas de una charla con los alumnos de un campus organizado por los jugadores de fútbol y fútbol sala, Pablo Insua y Diego Quintela, bastaron para provocar su cese. Pese a lo distendido del contexto, los dardos dirigidos a la dirección técnica sirvieron como justificación a los dirigentes deportivistas para rescindir el contrato del entrenador achacándolo a la falta de confianza en su labor. Concretamente, el mago calificó como problema que en materia de fichajes aunque "la opción uno podía ser la bomba, vamos siempre a la opción cinco, seis o siete". No iría muy mal encaminado cuando el equipo acabó ese año salvándose del descenso en la última jornada.

Un nuevo Dépor

El tiempo no ha hecho mella en la condición de milagrero, como muchos lo definen, a Fernando Vázquez. Muchos podrían pensar que a sus 65 años tendría que considerar la jubilación, que sus conceptos podrían estar desactualizados. Sin embargo, el míster ha vuelto a sacar de su chistera un milagro, el de volver a creer que la permanencia es posible. Tal vez porque el de Castrofeito, localidad coruñesa, ha demostrado que el orgullo de sus raíces le impide no ayudar a un equipo en crisis como el blanquiazul. De hecho, fue él quien tras la llamada de su amigo y presidente del Dépor, Fernando Vidal, apretó a su representante para conseguir el acuerdo que lo trajera de vuelta a Riazor.

Desde que llegó, hace hoy 53 días, en plenas fiestas navideñas, la imagen de los herculinos no ha hecho más que mejorar. Es más, si nos atenemos a los números, el periplo en estos dos meses es casi insuperable. Imbatido en la Liga Smartbank, de los siete partidos disputados bajo sus órdenes en el banquillo, los blanquiazules han ganado seis y empatado uno. Destacando entre las victorias la cosechada frente al todopoderoso Cádiz, que hizo recuperar la ilusión a toda una afición. El único lunar se quedó en la Copa del Rey, en la que fueron superados por el momento Unionistas salmantino. No obstante, se cayó en los penaltis y nadie lamenta que todos los esfuerzos se centren desde ese día, si no antes, en la permanencia.

San Fernando Vázquez, patrón de los imposibles
El profe Vázquez con su alumno aventajado Joaquín (fuente: diariodesevilla.es)

Para llevar a cabo esta revolución, el técnico gallego, ha realizado algunos movimientos interesantes. Como darle todo el carril zurdo a un delantero como Mollejo, repatriar el talento del turco Çolak para la causa o darle su sitio al intermitente Shibasaki. Sin menospreciar el fichaje de Sabin Merino, que ha desbancado a Koné en la punta de ataque gracias a sus cuatro goles en los cinco partidos que lleva con la camiseta deportivista. Sin embargo, si hay algo que ha caracterizado el paso por los clubes de Fernando Vázquez es su apuesta por la cantera. El hombre que hizo debutar a futbolistas como Joaquín o Diego Tristán aún no ha tenido tiempo de explorar el fútbol base blanquiazul. No obstante, ya cuenta con promesas como el delantero Hugo Avilés. Juegue quien juegue, tendrá que derrochar trabajo y solidaridad, sólo así San Fernando Vázquez podrá con esta causa, la del Dépor, imposible.


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