Revista Viajes
Segunda etapa de mi crónica “Franciscana”. Es una gozada montar en el emblemático “Cable-way” por la calle California. Este ancestral tranvía baja y sube por calles empinadísimas o con declives de infarto. Llegada la hora del avituallamiento, me detengo a comer en el precioso y concurrido Pier Market (muelle 39). Es imposible quedar insatisfecho en este local, amplio, encantador, terraza exterior, buen ambiente. Está muy sabroso el pescado, la especialidad New england clam Chowder, la trucha de Idaho, o el pacific sole, una especie de lenguado.
La ubicación no puede resultar más idónea, con esas vistas fabulosas al puerto en el Pier 39 (muelle 39). El servicio es excelente.
Ahora me dirijo a las zonas exclusivas de Cow Hollow y Pacific Heights, donde exuda cada centímetro cuadrado un aura innegable de boato y elegancia. Sin embargo, si nos sentimos tentados por la pulsión consumista, mejor volcar esos desahogos en el barrio chino o en el puerto, ya que es bastante más económico. BARRIO CHINOPaso de largo unas magníficas casas victorianas, las hay por doquier en San Francisco, y arribo al fascinante Palace of fine arts. Se trata de un fabuloso templo helenístico relativamente moderno (1915), erigido con motivo de una exposición sobre la construcción del Canal de Panamá.
PALACE OF FINE ARTS
SAN FRANCISCO AL ANOCHECER (BAHÍA)Retorno brevemente al Golden Bridge para recorrer sus 3 kms de envergadura, y de paso, deleitarme con las panorámicas de la bahía, con la deshabitada Angel island al fondo. Fue este lugar punto de entrada de inmigrantes, allá por los años 40. Al otro lado me espera ya la población de Sausalito. Aquí es mi deber de turista recomendar el Café Tutti. Es un local de lo más agradable, coqueto, buen servicio. Disponen de un café excelente y un buen surtido de heladería y pastelería. Los helados están muy ricos. Aunque el local parece algo pequeño, hay mesitas para sentarse tranquilamente. El café Tutti, además, goza de buenas referencias y reputación en el famoso portal viajero Trip Advisor.
Hoy va la cosa de apetito, y por ello, ahí va otro apunte gastronómico. En 340 Jefferson Str. Se encuentra el acogedor y recomendable Pompei´s Grotto. Se trata de un bonito local de grandes dimensiones, con un servicio diligente y amable. Su fachada blanquiazulada lo hace reconocible al instante. Algunos de los camareros hablan y entienden el español. La comida es excelente y abundante. Está muy rica la pasta en general y las ensaladas. Ubicación perfecta.
Para concluir la jornada, nada mejor que una visita “vertiginosa” a la celebérrima Lombard Str. Sus curvas son tan cerradas como eses reprimidas, y sus desniveles parecen desafíos humanos. Es un espectáculo que nadie se quiere perder y todos fotografían, cuando bajan los coches por estas carreteras de diseño demencial. En el entorno, mansiones de lujo similares a las que hemos visto en Painted Ladies (Alamos Square)LOMBARD STR. GOLDEN GATE