No vamos a hacer la ruta francesa del Camino de Santiago, pero si vamos a hacer una de sus paradas, Frómista, y conocer su Iglesia de San Martín de Tours, uno de los mejores exponentes del románico en España.
Frómista es una pequeña localidad en la provincia de Palencia, Castilla y León. Es un lugar precioso y tranquilo ideal para hacer una parada, y eso lo saben bien las personas que se atreven a hacer el Camino de Santiago. Lo primero que ves al llegar son grupos de peregrinos andando o con sus bicis. Unos se quedarán a pasar noche en algunos de sus tres albergues y otros solo harán una pequeña parada para descansar y conocer esta hermosa y sencilla iglesia. Y eso hicimos nosotros, aparcar nuestro coche y dirigirnos hacia la Iglesia de San Martín.
Vista de la fachada principal de la Iglesia de San Martín de Tours
Vista de la parte posterior de la Iglesia de San Martín de Tours
Su historia
Las primeras noticias que se conocen sobre esta iglesia se remontan al año 1066, cuando ya se había comenzado su construcción, por orden de doña Mayor de Castilla, como parte del Monasterio de San Martín, que actualmente ya no existe.
En el año 1088 pasó a depender del priorato benedictino de San Zoilo, pero los monjes lo abandonaron al poco tiempo y lo cedieron a Don Juan Gómez de Manzanedo. Cambió de manos en varias ocasiones durante la Edad Media y se le fueron añadiendo otras estructuras como una torre y varias dependencias. Debido a su deterioro la iglesia se cierra al culto y esto lleva a que la construcción se deteriore aún más, sufriendo desprendimientos.
Su reconstrucción se comenzó después de que fuera declarado Monumento Nacional en 1894 y el encargado de ello fue el arquitecto Manuel Aníbal Álvarez Amoroso, y lo hace quitando todo lo que le fue añadido y dejando su estructura original. Los capiteles mas dañados se trasladaron al Museo Arqueológico de Palencia y fueron sustituidos por reproducciones. Las obras terminaron en 1904 y volvió a abrirse al público (algo que agradecemos).
En su interior se conserva una maqueta con el estado que tenía antes de su restauración.
Maqueta de la iglesia antes de su restauración
La Iglesia
Su construcción es completamente de estilo románico y sus naves son de poca de altura. Una de sus características se encuentra en su fachada, y es un adorno ajedrezado de piedra a diferentes altura a modo de cornisa, además de sus más de 300 pequeños canecillos bajo los aleros de las puertas y tejados representando animales, seres humanos y seres mitológicos o fantásticos.
Detalles del ajedrezado y canecillos de la fachada
La iglesia posee cuatro entradas pero solamente dos son útiles, la entrada norte es la que mejor se conserva.
La Iglesia posee una planta basilical, formada por tres naves de distintos tamaño separadas por pilares. Los ábsides albergan esculturas medievales como un Cristo del siglo XIII en la nave central.
Nave central
Imagen del Cristo del siglo XIII
La decoración interior es en general sobrio, pero hermosa y elegante, posee algunos elementos decorativos interesantes como los capiteles de las columnas con imágenes vegetales, animales y narrativas, como la historia de Adán y Eva o la fábula de la zorra y el cuervo.
Vistas del interior
Detalle de los capiteles
El precio para poder ver esta maravillosa iglesia es de 1,5€ por persona, y que merece mucho la pena pagar.
Vistas generales de la Iglesia San Martín de Tours
Pero Frómista no solo tiene la Iglesia de San Martín de Tours, tiene otras construcciones y lugares ideales para ver como: la Iglesia de San Pedro de Frómista con un interior de estilo gótico tardío o la Iglesia de Santa María del Castillo de estilo gótico renacentista y que hoy en día acoge el museo Vestigia, Leyenda del Camino, con un montaje multimedia sobre el Camino de Santiago.
Iglesia de San Pedro de Frómista
Esperamos os sea de utilidad para vuestras próximas rutas por España.
Un saludo a todos¡¡¡