Por Juan Cuccarese, mas bostero que nunca @jcucca
Antes de comenzar, vamos a aclarar algo. Esto no es de ninguna manera un “que se vayan todos”. Esto no es así ahora, no era así antes y no será así nunca en la historia del hincha Xeneize. Nosotros alentamos, que hablen de más los otros. Esto es un “están jugando en Boca, dense cuenta”. Por que pese a todo, la hinchada va a estar alentándolos. Por que confíamos que van a dar vuelta esta situación. Por que, aunque se esfuerzan en hacerle creer al resto que no, la camiseta que están vistiendo está cubierta de gloria.
Boca Juniors, el mismo que supo ganarle al Milan y al Real Madrid para alzar la Intercontinental, perdió 6 a 1 con San Martín de San Juan por la novena fecha del Torneo Final 2013. No vamos a entrar en excusas, por que sinceramente no hay. A hacerse cargo, viejo. Por una vez, haganse cargo. Boca no es lo que se vio en la cancha hoy. Boca no pierde 6 a 1 con San Martín de San Juan. Y principalmente, Boca no es un equipo sin actitud, sin huevos. Boca es otra cosa.
A los tres minutos, San Martín ya ganaba 1 a 0. Un arranque así jamás augura algo favorable. Pero tampoco justifica un 1-6. Con el segundo gol del local ya asentado, el Xeneize tuvo una chance de descontar, por intermedio de un penal (inexistente) a Cellay. Silva se hizo cargo para poner el 1-2, y los hinchas pensaron que quizás era la oportunidad de dar vuelta el partido. Y no.
Finalizando el primer tiempo, la lamentable actuación Xeneize y el gran juego desplegado por San Martín decretaban un lapidario 1-4. Y, así y todo, el hincha de Boca seguía cantando, gritando y con esperanzas de que esto se podía revertir. Y no. Porque el que estaba en la cancha, no era Boca. Osorio (en dos oportunidades), Luna y Landa habían anotado para el local, mientras que Santiago Silva había descontado para el equipo de Bianchi.
Para el segundo tiempo, la pesadilla no sólo continuó, sino que hasta se hizo más grave. Porque los jugadores salieron con miedo, o al menos eso parecía. Salieron más hundidos que en la primera parte, casi esperando que termine rápido este partido. Y se comieron dos más.
Osorio nuevamente y Penco fueron los encargados de poner el 6-1 que nadie quería creer que era cierto. Y no fue más porque el palo y algunas malas definiciones colaboraron con el pobre Xeneize. Que no era Boca, al parecer, porque no le importaba perder tan desastrosamente. Finalizó el encuentro así, como si fuera uno más. Y no es uno más. HAGANSE CARGO, muchachos.
Reitero: esto no es un “que se vayan todos”. Es un “están jugando en Boca, dense cuenta”. Por qué con estos jugadores, no se nota que es Boca el que sale a jugar. Donde estaba Palermo, ahora tenés un Silva desganado, un Viatri que parece arrastrarse. Donde estaba Bermúdez, tenés un Caruzzo, que parece que juega a perder. Donde estaba Serna, tenés un Somoza (por más que hoy no haya jugado). Donde estaba Ibarra, tenés a Cellay. Donde estaba Clemente, tenés a Clemente en Esperanto. Donde estaba Boca, tenés esto. Que ya no se como se llama. Pero que, espero, cambie. De una vez por todas: VUELVAN A SER BOCA. Nosotros vamos a estar ahí, siempre. Alentando, como la historia manda.