Pascual Bailón Yubero nace en la población zaragozana de Torrehermosa el 16 de mayo de 1540, día de Pascua Pentecostés. Sus padres, Martín Bailón e Isabel Yubero, eran unos humildes labradores. Fue el segundo de seis hermanos, nacido del segundo de los tres matrimonios que contrajo su padre.
Ya de niño quedaba ensimismado en la celebración de la liturgia. Una anécdota muy curiosa del santo es que un día, cuando todavía iba a gatas, desapareció de casa. Tras mucho buscar decidieron acercarse a la iglesia, que tan sólo distaba de unos cuantos metros de la casa. Cuál fue su sorpresa cuando lo encontraron sentado en la tarima del altar del Sacramento, dando palmaditas con sus pequeñas manos y mostrando una gran alegría (todos los biógrafos mencionan este hecho).
A los siete años comienza la labor de pastor con el pequeño rebaño que tenía la familia. Por esa época sucedió que un primo suyo, llamado Francisco Delgado, de un año mayor que él, y que siempre vestía un hábito franciscano, cayó enfermo. Pascual fue a visitarlo y, viendo el hábito colgado, se lo puso con gran regocijo y entusiasmo, fue necesario que su madre le ordenara quitárselo para desprenderlo de él,a lo que Pascual comentó: “No importa, más tarde me haré fraile”.
Fue autodidacta (aprendió a leer y a escribir solo), con la ayuda de un devocionario y preguntando a cualquier persona que se encontrase la pronunciación de las letras del alfabeto. En la empuñadura de su cayado talló una imagen de Nuestra Señora de la Sierra, a la cual tenia una profunda devoción y estima.
De Torrehermosa pasó a vivir en Alconchel, población que dista a unos 5 kilometros de la primera. En sus años de pastor adolescente trabajó al servicio de un rico hacendado llamado Martín García,que le llegó a proponer adoptarlo como hijo, hacerle heredero e incluso ofrecerle a su hija en matrimonio. Pascual rehusó, pues ya tenía en mente abrazar la vida religiosa.
Finalmente se dirige hacia tierras alicantinas a cumplir su sueño, pero pasa cuatro años trabajando como pastor en diferentes pueblos hasta que pide el ingreso en el convento de Orito. Almansa, Crevillent, Albatera, Catral, Elx, Orito y por tierras murcianas Orihuela, son poblaciones en las que dejó su huella el Santo. A pesar de que ingresó en el convento de Orito, el hábito lo viste en el de Elx, corría el año 1565 cuando contaba con 26 o 27 años.
En el convento de Orihuela conoció al futuro Beato Andrés Hibernón, gran compañero de éste y con el que convivió en numerosos conventos. Trabajó como limosnero, hortelano, cocinero, portero y en el año 1576 es requerido por el Custodio por un asunto urgente, ordenándole viajar a París. Durante el recorrido por tierras francesas defendió la liturgia de la Eucaristía frente a calvinistas y luteranos, que lo persiguieron con saña. En Orleans fue cercado por una turba y le preguntaron: “Papista, en el sacramento que vosotros consagráis, ¿está Dios?”. Tras responder que sí con gran firmeza, trataron de contradecirle para finalmente empezar a apedrearlo, no permitiendo Dios en esta ocasión que ninguna piedra le acertase.
Uno de los sucesos más mencionados es el que tuvo con un luterano que se dirigió a el montado a caballo y con lanza, sin saludarle le dijo: “Fraile, ¿Dios esta en el cielo?”. Fray Pascual le respondio: “Sí,cierto. Es verdad”. Tras lo cual el luterano prosiguió su camino dándose por satisfecho con la respuesta del fraile. No tardó en darse cuenta del error cometido al no mencionarle también que Dios residía en el Santísimo Sacramento: tuvo un gran disgusto Fray Pascual, pues había perdido la oportunidad de obtener la corona del martirio. Tras cumplir su misión en París regresa a España y de nuevo de convento a convento.
Los tres últimos años de su vida residió en la población de Villarreal de los Infantes, donde llegó en 1589 (antiguamente perteneciente al Reino de Valencia, actualmente pertenece a la provincia de Castellón). Hay que decir que el futuro santo ya había estado en una anterior ocasión residiendo en el convento de esta población, aunque los biógrafos no se ponen de acuerdo con exactitud en las fechas: lo más probable es que fuese entre el año 1587-88. Después de su primer paso por el convento de Villarreal paso a Jávea y de nuevo de vuelta a Villarreal, donde concluyó su vida.
El día de su muerte, fiesta de Pentecostés (igual que el día que nació, de ahí su nombre) enfermo ya de varíos días, preguntaba con insistencia si ya habían tocado a Misa Mayor, en una de las ocasiones le responden que sí y el santo les declara que se alegra. Poco después, mientras contempla una imagen de Jesús Crucificado, suena la campana de la elevación del cuerpo de Cristo en la misa. En ese mismo instante da la mano a su confesor y pronuncia el nombre de Jesús, expirando serenamente.Era el domingo 17 de Mayo de 1592.
Durante sus exequias, en el momento de la elevación del pan abrió y cerró los ojos, también a la elevación del cáliz volvió a abrir los ojos y cerrarlos cuando el sacerdote lo depositó sobre el altar, siendo de ello testigos numerosos presentes.
Fue beatificado en 1618 por el Papa Paulo V y canonizado por Alejandro VIII, aunque fue Inocencio XII quien publicó la bula.En 1897 el Papa León XIII le proclamó patrón de las asociaciones y cofradías Eucaristicas.Actualmente lo tienen como patrón los Congresos Eucarísticos, la Confraternidad del Santísimo Sacramento y la Adoración Nocturna.Tambien patrón de cocineros y pastores, en Italia es protector de las mujeres.
Como atributos; con el hábito franciscano,un cayado (también una laya de hortelano o una majada) y un cáliz o custodia.Se le suele representar arrodillado frente a un angel que le ofrece una custodia.
(En un futuro artículo publicaré algunos de sus milagros y la historia de la Basílica de San Pascual en Villarreal, que tiene el honor de conservar sus restos.)
Abel