12 de febrero de 2015
El romance perfecto comienza por una personalidad atrayente (poder/horas de gimnasio). Amar es no tener arrugas, amar a la moda. La relación perfecta es joder y ser jodido, traumatizar con estilo, sollozar, sentirse vivo... como vive un paciente a punto de sufrir una colonoscopia.
Amar es unir la baja autoestima y el egocentrismo. Amar es moler a palos a la persona amada, atarla en corto, deconstruir sobre el pasado y las taras. Amar es mirar el interior de la persona (ropa interior), quedarse con las apariencias y escarbar en la inmundicia ("en el fondo es buena persona"). Amar es decir "te quiero" a quien te humilla, tragar las promesas como cuchillas de afeitar, maldecir el momento, sufrir por vocación. Amar es confundir las mariposas en el estómago con las arcadas de pena y los "mi pareja" con los "me he comprado un jarrón". Amar es cambiar amistad por sumisión y excitación por puro miedo. Amar es anhelar la segura voz de quien quiebra la tuya.
Toda esta basura vuelve el 14 de febrero, el día perfecto para recordar qué es el amor, versión troglodítica. San Valentín es el día en el que estrenan 50 Sombras de Grey, un film de sobremesa seudo-erótico sobre un pésimo libro pornográfico. Los pilares de la violencia en el cine regresan -¿o nunca se fueron?-: El amor violento y dañino de Tres metros sobre el cielo, el obsesivo y bobo de Crepúsculo, el misógino de Perdona si te llamo amor... El Séptimo Arte se confabula para ofrecer la imagen más rancia y negra de Cupido. Mientras tanto, la violencia real en la pareja se normaliza en todos los estratos de la sociedad. El masoquismo está de moda; solo trascienden las historias de amor que acaban en las noticias. Ojos que no ven...
Para el 14 de Febrero os deseamos un romance perfecto: Amistad, sinceridad y respeto mutuo. Os deseamos comprender, fabricar carcajadas, decir "lo siento" las veces que haga falta, con sonrisa y propósito de enmienda. Ojalá una persona especial os haga mejores y comparta, escuche, valore vuestras palabras y os abrace sin motivo. Ojalá os maten, pero a valientes besos. Amar es lo contrario a ser cobarde.
Dejémonos de san Valentín, llamémoslo san Valentía.