![San Valentín todos los días San Valentín todos los días](https://m1.paperblog.com/i/170/1706442/san-valentin-dias-L-3nftIU.jpeg)
Ayer impartí una sesión en la Cátedra de Emprendimiento que el Colegio San Gabriel organiza desde hace unos cuantos años en Aranda de Duero (Burgos). Tras la sesión, pude disfrutar de un espectacular cordero asado en el Asador de Aranda, regado con vinos de la tierra que la propia Orden prepara en su bodega, en compañía de Enrique (director del Colegio) y de Carlos (antiguo alumno) quien estaba preparando su boda para el próximo mes de agosto.
Hablamos de muchas cosas, pero entre otras de San Valentín y del matrimonio. Comentamos la necesidad de mantener el calor, afecto y pálpito en los corazones de nuestras parejas, ya que de lo contrario, hoy en día, resulta súmamente sencillo buscarlo fuera. Me contaron hace un tiempo que una pareja había caído en la monotonía. La chispa, el entusiasmo y la aventura de los primeros años de relación se habían convertido en rutina, pesadez y aburrimiento. Por la mañana cada uno en su trabajo y por la tarde, en casa, apenas cruzaban algunas palabras vacías. Él, un día, a través de internet inició una aventura amorosa. Mensaje va y mensaje viene volvió a sentir la experiencia del enamoramiento. La mujer del otro lado de la red mostraba cariño, profundidad, gustos parecidos y una personalidad fascinante. Su corazón estaba entusiasmado y rebosante de algo que le faltaba desde hacía tiempo.Un día descubrieron que vivían en la misma ciudad y fijaron de inmediato una cita. Al llegar, ¡sorpresa!, él descubrió que "ella" era ¡¡su propia esposa!!. Ambos, fríos y sin sentimientos en casa, encerraban una riqueza enorme, un potencial de cariño insospechado que dejaban fluir sobre el teclado y el anónimo contacto electrónico. La rutina que destruye amores, casas y castillos había entrado en sus corazones. Y es que también la tecnología nos puede ayudar a expresar por escrito lo que llevamos dentro a la persona a la que queremos: nuestros miedos, esperanzas, deseos, emociones. Un "guasap" en el que abrir nuestro corazón, en el que decir por escrito lo que muchas veces pensamos pero callamos. Que nos permita descubrir que bajo tanta ceniza de monotonía todavía hay fuego que pueda avivar el amor verdadero. Y es que el amor necesita ser expresado, si no de palabra, al menos por escrito, hasta las llamas reaviven en abrazos cálidos y llenos de amor.