Bodegón con flores, hortalizas y un cesto de cerezas, h.1600,´Sánchez Cotán
Colección Particular - Fuente
Retrato de Brígida del Río, 1590, Sánchez Cotán
Museo del Prado - Fuente
Toda la historiografía ha tendido a resaltar un aspecto concreto de la producción de Sánchez Cotán: los bodegones. Formado en Toledo con Blas de Prado, es a este maestro al que se le puede considerar auténtico padre del bodegón como variedad pictórica propia. Sin embargo, no se ha conservado ninguna obra suya y todo el mérito en el alumbramiento de un género tan peculiar, denostado por muchos de sus contemporáneos, se ha achacado siempre a Sánchez Cotán. Se le considera autor de nueve bodegones, de los cuales siete están localizados en diversos museos y colecciones privadas. El último de ellos, Bodegón con flores, hortalizas y un cesto de cerezas, en colección privada francesa, fue autentificado recientemente.
El estilo de Sánchez Cotán queda definido por lo que en esos momentos se estaba realizando en el monasterio de El Escorial. Ante la magnitud de la obra proyectada por Felipe II acuden numerosos artistas desde Italia que ofrecen una peculiar lectura de las nuevas corrientes estéticas que triunfaban en las cortes italianas sirviendo de fuente de inspiración para muchos artistas españoles. Sánchez Cotán se define como uno de los pintores que asume los nuevos postulados escurialenses. Sus figuras monumentales, algo atenuadas respecto a los modelos manieristas, son de una elegante sobriedad, mientras que el empleo de las luces hace referencia a evidentes juegos tenebristas. Por otra parte, es más que evidente su pasión por el detalle de corte naturalista que suele acompañar a muchas de sus obras religiosas y el gusto por el detallismo. Todas estas características se desarrollan de forma homogénea durante toda su carrera, ya sea en Toledo o en Granada, sin apenas variaciones, configurando un lenguaje propio que le supuso un considerable éxito entre la clientela toledana y, posteriormente, en la Cartuja granadina.
Bodegón del cardo, h.1602, Sánchez Cotán
Museo de Bellas Artes de Granada - Fuente
En definitiva, sería un ejercicio artístico en el que Sánchez Cotán daría rienda suelta a su maestría para captar la realidad y no un complicado juego intelectualizado que trataba de ocultar oscuros mensajes. Y es precisamente esa sencillez en la lectura la que devuelve toda su grandeza a los bodegones de uno de los pintores más destacados de principios del siglo XVII y de gran influencia en maestros posteriores.
Luis Pérez Armiño