“Por una parte, para la Fiesta, cuando un torero como José Tomás sufre una cornada o está cerca de la muerte, esta persona vuelve transformada para mejor. Yo no sé si en su toreo habrá un antes y un después. A lo mejor nos encontramos a un José Tomás distinto, que ha evolucionado y ha mejorado. Es la gran incógnita para la Fiesta. Y para el país, el hecho de que este hombre, que lo tiene todo, que no necesita nada, en un momento en que la sociedad se ha encanallado, en el que han desaparecido los valores morales y estéticos, que un hombre así vuelva para jugarse la vida, da un ejemplo de decoro, de dignidad y coraje. Esto sí es una asignatura de educación ciudadana, España lo debe recibir como un alto ejemplo”.
De la entrevista de Sixto Naranjo en Cope.es