Uno de los verdaderos clásicos de la ciudad de Gijón y sede de los amantes de las carnes y pescados a la parrilla, siempre ha sido el Mesón Sancho en la calle Begoña, con más de 50 años de experiencia a sus espaldas y donde la carta permanece prácticamente inalterable desde entonces. Un local en el que cuesta encontrar reserva por lo reducido de su espacio, pero que desde un tiempo se ha solucionado con un nuevo local situado en la calle La Merced, y donde mantienen su existo, basado en el producto de calidad y la sencillez en su preparación, y del que hoy os hablamos aquí.
Local moderno, alejado del clásico original de la calle Begoña, con comedor amplio y zona de barra, así como una preciosa terraza en el corazón de Gijón, iluminada de forma natural gracias al patio de la Escuela Jovellanos. Su carta sencilla, entrantes, pescados a la espalda y carnes a la parrilla, donde siempre destacaron las mollejas y los riñones, como uno de sus platos estrella, una selección de postres y una amplia bodega.
En nuestra visita optamos por un Rubiel para tres personas, acompañado de unas patatas y unas almejas. Muy bueno, perfecto su punto y su sabor, sencillez con producto de calidad, al igual que las almejas, de primera. La carne perfecta, un bistec de vacuno mayor, jugoso y al punto. De postre un flan de la casa realmente bueno. Solo he probado flan de igual sabor a los que hace mi suegra, y que personalmente considero los más buenos que he comido jamás...así que ahí lo dejo.
El precio por persona bebiendo agua y una copa de vino y un café, fue de 22 €. Relación calidad precio buena, y servicio perfecto. Un clásico indispensable de Gijón sin lugar a dudas.