Revista Cultura y Ocio
Pero en esta maravillosa escena central de un gran fresco, las mismas ovejas son tan intensamente realizadas como para tener una individualidad más allá de su mera vergüenza. En el pozo, bajo el gran roble de la familia papal (Rovere), Moisés está vertiendo agua en los abrevaderos de Séfora y su hermana. Su largo cabello exuberante cae sobre una cara sensible. Detrás y debajo de él están las ovejas, tan lanudas que puedes pasar tu mano por sus vellones. LEER MÁS »