¡Saludos, Calderer@s!
Como ya sabéis no soy vegetariana, pero me encanta la cocina vegetariana por su creatividad, y por lo bien que me sienta comer verduritas. Terminas de comer y te sientes ligera, la digestión se hace fácilmente, y además es BARATO, jajaja, que nunca hay que olvidarlo.
Y sobre todo desde que tenemos nuestro trocito de huerto que es una bendición y nos regala sus frutos a pesar del poco tiempo que le dedicamos, prácticamente lo que comemos a diario son verduras, pues me ahorra el tiempo de tener que ir a la carnicería o a la pescadería.
Hace poco vi en el blog de Cuuking este sándwich de berenjena con mozarella que llevaba tiempo queriendo hacer y como precisamente nuestro huerto este año está dando unas berenjenas buenísimas, pues me he decidido traerlo al blog. La verdad es que cuando le das un mordisco a este sándwich y te preguntas ¡quién quiere bacon ni carnes procesadas pudiendo comerte algo tan sano y tan bueno!
Ingredientes: (2 personas)


- 1 barra de pan de calidad
- 2 berenjenas pequeñas
- 1 tomate mediano
- 1 puñado de hojas de albahaca fresca
- 1 rama de orégano fresco
- 1 bola de mozarella de búfala
- aceite de oliva
- sal y pimienta
- 1 nuez de mantequilla
Elaboración:

En primer lugar, cortamos la barra de pan en dos trozos, del tamaño que queramos hacer los sándwiches (aproximadamente del largo de la berenjena).
Con el cuchillo del pan, cortamos la parte dura de la corteza de ambos lados de la barra, de manera que quede miga por las dos caras.
Lavamos las berenjenas y los tomates y cortamos la berenjena en láminas longitudinales de medio centímetro de grosor, y el tomate en rodajas pares.



Hay que procurar que la berenjena quede bien hecha y tierna pero sin que se nos queme, por lo que no debemos utilizar un fuego muy fuerte.
Vamos poniendo todas las verduras en un plato conforme se van haciendo en la sartén.



Sobre la rebanada de pan más lisa, ponemos la mitad de las rodajas de tomate (y la otra mitad en el otro sándwich, claro). Podemos restregarlas un poco contra el pan para que impregnen bien toda la miga.
En cima ponemos las láminas de berenjena y sobre esta, la mitad de la bola de mozarella de búfala cortada en tiras. Espolvoreamos un poquito de pimienta negra sobre la mozarella y también las hojas de orégano fresco, que previamente habremos lavado y separado de la ramita.
Lavamos también las hojas de albahaca y las incorporamos al sándwich como colofón.



Hacemos lo mismo con el otro sándwich con la otra mitad de la mantequilla.
Hay que dejar que el queso mozarella comience a fundirse un poco, pero sin que se nos queme el pan, por lo que utilizaremos un fuego de intensidad moderada.



Espero que os haya gustado y os animéis a probarlo porque no os va a defraudar.
¡Que aproveche, Calderer@s!





