La filmografía de los hermanos Coen, si bien resulta irregular y tiene grandes tropiezos, en conjunto ofrece un balance muy positivo. Con obras como Fargo, No es país para viejos, Un tipo serio o Valor de ley, resulta innegable que son dos de los cineastas más brillantes de los últimos veinte años, poseedores de un estilo propio muy claramente marcado por un particular humor negro que son capaces de imprimir en los géneros más inverosímiles. Desde sus primeras obras dejaban ver que tenían un altísimo potencial, talentosa originalidad y un estilo personal definido. Con Sangre fácil, su ópera prima, consiguieron rápidamente llamar la atención de la crítica y sentar las bases de lo que posteriormente sería su excelente carrera cinematográfica.
Abby es una atractiva joven casada que se escapa con su amante, Ray. Su marido, Julian, para quien trabaja Ray, es un tipo violento y vengativo incapaz de soportar la traición de su mujer, por lo que contrata a un investigador privado para que asesine a ambos fugitivos. La situación no tardará en enredarse, las traiciones se suceden y los engaños y la desconfianza complicarán esta desesperada y violenta huida.
Los Coen eligen el cine negro para comenzar su carrera, una historia con un corte bastante clásico en cuanto a la trama pero con la inclusión de su particular humor negro y de algunos extraños personajes (el detective privado) y situaciones ridículas (Julian con el dedo roto entre los chicos que están bebiendo) que llevan el inconfundible sello Coen. Aunque Sangre fácil no es de las mejores películas de sus directores, pues en comparación con el resto se nota cierta inexperiencia en la dirección y el desarrollo argumental, sí que es una gran ópera prima. No es nada habitual que un director construya un mundo propio y deja marcada una forma de hacer cine que mantendrá durante toda su carrera desde su primera cinta, pero ellos lo consiguen de una manera fresca y original.
Hasta el momento, en España, solo teníamos acceso a Sangre fácil a través de la edición de Manga Films, que tenía una calidad paupérrima de imagen y sonido. Ahora Cameo la edita en DVD sin ningún extra pero con una gran calidad, que permite al espectador disfrutarla como bien se merece esta muy interesante cinta.