Un PREGÓN en familia: así será mi participación en la fiesta de SANTA ÁGUEDA del barrio de San José Obrero, puesto que una de las alcaldesas del 2016 será mi tía, Mª Ángeles Serrano. Éste será mi segundo pregón para el barrio donde se asentaron mis abuelos paternos y maternos, y donde crecieron mis padres, una barrio construido en la posguerra y a lo largo de varias décadas (1940-1960), populoso y repleto de familias numerosas.
Aunque en el año 2009 compartí con tremenda ilusión los distintos nombramientos con el periodista y compañero Alfredo Matesanz -gran maestro-, mi relación con esta fiesta de Santa Águeda es más que sentimental, puesto que mi madre, Mª Luisa Hurtado, fue la primera alcaldesa del barrio de San José junto a Pilar Sánchez, en el año 1994. Desde 1987 hasta 1996 más de seis barrios rescataron o crearon la fiesta de Santa Águeda: si San Millán lo hizo en 1987, el barrio del Salvador le siguió en 1988. Ya en 1992, el barrio de San Lorenzo recuperó la fiesta, perdida en 1958, y en 1994, Santa Águeda se celebró por primera vez en San José. Así mismo, el barrio de Nueva Segovia ya celebró sus bodas de plata hace unos años, y la Asociación de Aguederas del barrio de Santo Tomás acaba de cumplir veinte años, al crearse en 1996.
Éstos y otros datos, los publicaré el mismo domingo 7 de febrero en El Adelantado de Segovia, en un amplio artículo dedicado a la presencia de la montera segoviana en el ciclo festivo de invierno, puesto que no es sólo un tocado de casadas para lucir en Santa Águeda: las mozas y las niñas que forman parte de la soldadesca femenina (que estudié en mi último libro sobre los danzantes en Segovia) y que celebra San Sebastián (20 de enero) en Navafría, se tocan con monteras siendo solteras, una manifestación viva del uso social y ritual de la montera -en su versión masculina y femenina-, en toda España desde mediados del siglo XVIII
En la foto, un momento del pregón que ofrecí en San José en el año 2009.