Con la llegada de las fiestas de la Mercè es habitual que en Barcelona llueva. La tradición dice que son las lágrimas de Santa Eulalia que llora por haber sido desposeída del título de patrona de la ciudad.Hasta el siglo XVII Santa Eulalia fue patrona de Barcelona en soledad. Bien merecido se lo tenía porque en su corta vida sufrió de lo lindo por culpa de un gobernador romano, llamado Daciano, que la torturó hasta la muerte por defender sus creencias como cristiana y no querer doblegarse a las exigencias de los romanos.
Pasaron los años y, en 1687, Barcelona fue presa de una espantosa plaga de langostas que no había forma de aniquilar. Al final, los barceloneses se encomendaron a la Virgen de la Mercè para pedir que los librara de esos bichos tan molestos y ella los escuchó. Salvó la ciudad y, en agradecimiento, el Consell de Cent la nombró patrona de Barcelona y de su diócesis en detrimento de Santa Eulalia, que quedó relegada a un segundo plano.
Como patrona de la ciudad, la Mercè se merecía iglesia propia y, en 1765, se empezó a construir una Basílica con ese fin. Ubicada en la actual plaza de la Mercè, se levantó sobre un conjunto medieval formado por la antigua iglesia y el convento de los mercedarios. Aun existiendo la rivalidad Eulalia-Mercè, ambas tienen una característica en común y es que las dos lucharon por la supervivencia del cristianismo sobre otras religiones en auge. En el caso de la Mercè, cuenta la leyenda que el 24 de septiembre de 1218 se apareció ante el rey Jaume I, Sant Pere Nolasc y Sant Ramón de Penyafort y les pidió la creación de una orden de monjes (los mercedarios)que se dedicarían a salvar a los cristianos que cayeran prisioneros de los musulmanes. Y así lo hicieron.
Oficialmente, la Mercè fue nombrada patrona por el Papa Pío IX en 1868, casi 200 años más tarde del milagro de las langostas. Pero como ya sabemos, las cosas de palacio van despacio. Y no fue hasta 1902 que, gracias a Francesc Cambó, se empezó a celebrar de una forma similar a como lo hacemos ahora.
La calle Ferran durante las fiesta de la Mercè de 1902
Anteriormente, en 1899, la revista “LosDeportes” ya había organizado la que fue la primera carrera de coches de España (en el parque de la Ciutadella) como un acto de celebración de dicha festividad.Diseño de la cabecera de la revista
Y aún más antiguo es este dibujo, realizado por Rigalt, fechado en la Fiesta Mayor de 1877.Años después, con la primera Fiesta Mayor tras la guerra civil (el 24 de septiembre de 1939), el intrépido aeronauta Capitán Puig se elevó con su globo aerostático y aterrizó en el balcón de casa de mis abuelos, para gran susto de ellos y sus siete retoños.
Anuncio de la ascensión en su globo "España" el 24/09/1939
Ahora, ya en 2012, la Mercè acaba de empezar y los barceloneses esperamos que Santa Eulalia llore poco (o nada) y nos deje salir de fiesta. Que hay preparados muchos actos y todos muy interesantes.
Cartel de Jaume Plensa
Para acabar, les dejo con este par de maravillosos carteles de Mariscal y Max para que los disfruten.Cartel de Mariscal
Max hizo esto tan bonito para el correfoc de 1986
¡Feliz Mercè a todos!