Santiago de Cuba tiene son

Pocos viajeros llegan a Santiago de Cuba. La que en su día fue la capital de la isla, hoy se encuentra lejos de los típicos circuitos turísticos, dejando la bella ciudad sólo para el disfrute de aquellos interesados en el carnaval y la música, de la que es la reina indiscutible.

Además, es aquí donde la política y el patriotismo adquiere más seguidores, como muestra la gran variedad de museos que alberga la ciudad.

La ciudad, fue la séptima villa fundada por Diego de Velázquez y Cuéllar, el español que fundó y dió nombre a muchas de las ciudades cubanas, tal y como las conocemos hoy.

El por qué Santiago fue desde el primer momento elegida como capital de Cuba tiene un significado estratégico: el virrey estaba asentado en Nueva Española, por lo quedaba más cerca, y poseía un puerto natural. Sin embargo, el tiempo y los bandidos y piratas en aguas cubanas terminarían dando a La Habana más posibilidades de expansión, ya que poseía una defensa mucho mejor, lo que provocó que muchos galeones procedentes de España se parasen allí primero, para después de las tormentas, poder dirigirse a Santiago como destino final.

Con el tiempo, se vió que este rodeo era innecesario, y poco a poco, mucha población pasó a vivir en la nueva ciudad, dejando a Santiago como segunda ciudad más importante de toda la isla.

Hoy por hoy, y a pesar de que fue en 1.556 cuando dejó de ser la capital cubana, si hay una ciudad donde se respira historia y un ambiente propio, ésa es Santiago.

La ciudad, vive totalmente enfocada hacia el mar. El Parque Céspedes, antigua Plaza de Armas, sigue siendo el epicentro de la vida de la ciudad como antaño. No solamente por ser el centro histórico, y albergar la mayoría de museos y del patrimonio histórico a su alrededor. También, es donde las autoridades han concentrado la conexión a internet, y aquí, acuden todas las tardes lugareños a conectar sus móviles para conectarse con el exterior.

Desde el hotel Granma, uno de los edificios más antiguos en toda la isla, es posible sentarse en su terraza y ver cómo pasa la historia del día a día de los cubanos, lo cual es toda una experiencia.

También en la plaza, podemos visitar la casa que perteneció a Diego de Velázquez y Cuéllar, la casa más antigua de toda Cuba. Hoy, alberga un museo que recorre la historia del mueble desde la época colonial hasta finales del siglo XIX, tanto criollos como españoles, holandeses y franceses. La casa y sus estancias, también nos muestra,v cómo era la vida en la época del conquistador, ya gran parte de ella, se encuentra todavía en estado original.

La Casa de la Trova, cerca también de la Plaza Céspedes, ofrece un sinfín de actuaciones de diferentes géneros a lo largo del día en varias salas. Allí, es posible escuchar a muchos de los grandes músicos de la ciudad, y si la música de la primera casa trovera en Cuba no nos convence, Santiago es la capital del baile, seguro que encontraremos más.

Si hay una palabra que define Santiago, es animación: por el día, por la tarde, por la noche... es un no parar constante. Su frenética actividad, junto con sus gentes, que son las más amables de toda la isla, hacen que, finalmente, descubramos la magia cubana.

Rosabel Serrano Llopis