Revista Regiones del Mundo

Santiago y alrededores

Por Elainn

Para el viernes conseguí por la empresa Alfatur y a $35.000 chilenos un tour al Cajón del Maipo y Embalse del Yeso. El problema para conseguir tours en Santiago es que las agencias no están en el centro, por eso tuve que contratar por teléfono. En el caso de Alfatur, por whatsapp: +569 74909926.

La verdad es que el tour no me convenció, pero el problema no es tanto de la agencia Alfatur. Como ya me ha pasado en otros viajes, como no armaron grupo me pasaron a otra empresa: Tour em Chile. Bien, supongo que el mismo nombre de la agencia ya les indica cuál fue uno de los problemas del viaje. ¿No? La empresa es brasilera, la guía era brasilera y hablaba en portugués. Sí, en Galápagos (Ecuador) tuve un guía que me hablaba en inglés; en Chile tuve una guía que me hablaba en portugués. Tenía que recordarle que me tradujera y lo hacía como si me estuviera haciendo un favor. Era incómodo y cansador. Además todos los demás pasajeros eran brasileros. Me sentía como sapo en otro pozo.

Otro problema fue que a último momento decidieron que mi hostal estaba muy lejos para irme a buscar por lo que tuve que salir a las 7 de la mañana rumbo al hotel Diego de Almagro ya que a las 7:30 me pasaban a buscar por allá. Por suerte no me hicieron esperarlos.

El tercer problema fue que, como estaba todo nevado, nos llevaron a un sitio DE BANDERA BRASILERA donde nos alquilaron botas a ¡$8.000 chilenos! Carísimo. Tendrían que haber avisado. ¿Y si no llevaba tanta plata?

El cuarto problema fue que la guía no tenía conocimientos del lugar. Sólo estaba ahí porque sabía portugués. Ni siquiera conocía la altura del volcán Maipo en un tour al Cajón de Maipo!!! (A propósito, tiene 5.323 mts, acabo de buscarlo). Se suponía que íbamos a recorrer un poco el pueblo de San José de Maipo, pero al final no lo hicimos. ¡Ufa! Por eso no me gusta contratar tours.

Olvidemos ahora eso. Después de salir de Santiago tuvimos una larga parada en San José de Maipo aunque no salimos de un kiosko donde algunos desayunaron o fuimos al baño. Para mí, el tema se extendió demasiado y al final no pude conocer el pueblo. No me preocupé tanto porque a San José de Maipo puede irse en colectivo (dicen que tienen muy buenas empanadas). Para ir leí que hay tres posibilidades:

  • Ir hasta estación “Bellavista la Florida” de la línea 5 de subte. Se sale a una zona comercial donde se encuentra la terminal intermodal. Allí puede tomarse el Metrobus 72 (MB72). Se paga con monedas y te deja en la Plaza de Armas de Maipo.
  • También podés ir a tomar el 72 en la estación “Las Mercedes” o “Plaza Puente Alto”(línea 4 del metro) pero ya no viajarías sentado. Desde Las Mercedes tardás menos, pero desde Bellavista vas sentado.
  • Otra posibilidad son los taxis-colectivos, autos de color negro que son más rápidos que los colectivos y no tan caros como los taxis. Son los número 4010, 4014 y 4029 Puente Alto – Cajón del Maipo. Se pueden tomar en “Las Mercedes” (4029) o en “Plaza Puente Alto” (4010-4014).

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De allí nos llevaron a alquilar las botas y atravesamos el túnel ferroviario El Tinoco. El tren ya no funciona. Luego, ya en el Cajón del Maipo, todos los minibuses paramos para que les pusieran cadenas a las ruedas ya que había bastante nieve. Llegamos finalmente al Embalse del Yeso. Es bellísimo. Nos dieron una hora para caminar libremente. El embalse nutre de agua potable la zona de Santiago. Es inmenso.

Después de la caminata prepararon una picada. Comimos salame, queso, papas fritas, galletitas crackers y maní. Un poco pobre. Especialmente si la comparamos con la de los demás (todas la empresas se juntan ahí). El sol era cálido y brillaba sobre la nieve. Empezamos a tener calor. Los brasileros se pusieron a jugar en la nieve, armando muñecos y tirándose bolas. A mí no me gusta mucho la nieve. Sale bien en las fotos pero ¿tocarla? No, gracias.

Volvimos a Santiago. Me dejaron cerca de donde me habían ido a buscar. Pasé al supermercado Líder donde compré algo para cenar. Luego tomé el subte hasta el hostal.

Al día siguiente fui a Valparaíso por mi cuenta. Si hubiera ido con más días me hubiera quedado a dormir allá. No alcancé a conocer Viña del Mar aunque queda pegada de Valparaíso.

El proceso fue similar a cuando fui a Isla Negra. Tomé el subte hasta la estación “Universidad de Santiago” y ya en la terminal Alameda busqué los stands de la empresa Turbus. Tomé el micro de las 10hs. Por ser sábado me salió más caro el pasaje: $5000.

Llegamos a Valparaíso en una hora y media aprox. Pedí un mapa en la oficina de turismo de la terminal y, siguiendo sus recomendaciones, tomé en la avenida Argentina el trolebús a la zona del puerto. La salida de los trolebús está a dos cuadras de la terminal y se paga con monedas. Salía $270. Disfruté el paseo. Valparaíso es una preciosa ciudad, muy pintoresca. La próxima vez que viaje a Chile espero quedarme ahí al menos una noche.

Me bajé en la Plaza Wheelwright para subir al Ascensor Artillería. La ciudad se caracteriza por sus ascensores o funiculares. El Artillería fue inaugurado en 1893 y llega a uno de los miradores de la bahía. Cuesta $300. Arriba hay un paseo artesanal y además es el mejor cerro donde obtener una foto panorámica. Yo bajé por la escalinata.

Yo había decidido ir a almorzar a la zona del puerto que quedaba al lado. Mientras me orientaba con el mapa, un lugareño me dijo que tuviera cuidado y no anduviera sola por ahí ya que era peligroso. Que mejor me tomara un colectivo a una de las playas cercanas y comer ahí (me imagino que hablaría de Playa San Mateo o Caleta Membrillo). Yo no quería irme tan lejos. Además era mediodía, pleno sol, así que caminé una cuadra por Cochrane y entré a una marisquería. No me pasó nada, pero vayan con cuidado. En esa zona aconsejan moverse en grupo.

Como dije, entré a almorzar en la Marisquería Anita. No era gran cosa pero parecía auténtico. Ahora me enteré que tuvieron que cerrar hace un mes. En su página de Facebook informan que el ex personal del restaurant ahora trabaja en Donde Carlitos.

Comencé con una empanada frita de mariscos. Luego pedí mal. Quería pescado o mariscos pero no una paila marina que es esencialmente una sopa (y no soy muy adicta a las sopas). Pedí un mariscal cocido que resultó una sopa de mariscos con papa. No muy buena si la comparo con lo que debería ser según recetarios de internet: mariscal. Eso me pasa por pedir el menú del día. Igual el lugar me gustó. Muy familiar. Entraron cantantes así que se hizo entretenido.

De ahí fui al Monumento a los Héroes de Iquique y la Plaza Sotomayor. Me costó encontrar el ascensor El Peral porque claro, es la puerta de un edificio y yo esperaba algo distinto. Este ascensor es de 1902. Arriba también hay un paseo muy lindo: el Paseo Yugoslavo. El Museo Palacio Baburizza es impresionante. No entré a ningún museo pero que alucinó la arquitectura. Hay muchas casas hermosas. El sitio es como un laberinto. Aún con el mapa uno se perdía.

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En la calle Templeman me encontré de repente con un rincón delicioso. Flores, un mural, mesitas de café. Tenía sed y estaba cansada así que decidí entrar. Se llama Casa Kultour y también posee hospedaje. Yo pedí una porción de tarta de frutillas con un licuado. Y compré alfajores gourmet para probar (un alfajor de Baileys y otro de ¿café?). Riquísimos.

Luego caminé por el Paseo Dimalow con una hermosa vista de la Iglesia Luterana y bajé por el ascensor Reina Victoria inaugurado en 1903. Hermosa experiencia. Encontré el trolebús de vuelta en la Plaza Anibal Pinto. Yo buscaba la parada pero no hizo falta. Te para si le hacés una seña. Originalmente quería caminar hasta la catedral y conocer más pero ya estaba cansada. Volví a la terminal y tomé el primer micro a Santiago.

¿Qué me quedó pendiente en Valparaíso? Muchísimo. Ir al muelle Prat y dar un paseo en lancha, conocer La Sebastiana, subir a otros ascensores como el Concepción, etc.

Hay tours gratuitos por propinas a las 10 y a las 15 con Tours4tips & FreeTour y a las 11 y 15:30 con Crew Tour. El punto de encuentro es la Plaza Sotomayor y/o la Plaza Aníbal Pinto según la agencia.

Valparaíso es un maravilloso museo a cielo abierto. No dejen de ir si visitan el país vecino.

Como había mucho tráfico en Santiago y el bus entró primero en la terminal Pajaritos decidí bajarme antes. Igual se puede tomar el metro desde allí ya que hay una estación.

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En mi último día en Chile decidí quedarme en Santiago y conocer un poco más la ciudad. Fui entonces temprano al Parque Metropolitano ya que más tarde -era domingo- se llena de gente. Tomé el metro hasta la estación “Pedro de Valdivia” (línea 1) y de ahí caminé varias cuadras hasta la entrada del teleférico. La zona es preciosa para caminar. Hay que caminar todo derecho por Pedro de Valdivia y atravesar la costanera hasta llegar al pie del cerro San Cristóbal. A mí me interesaba subir en el teleférico. A las diez cuando llegué no había nadie. Luego había más de una hora de cola.

El teleférico sube en dos tramos y uno puede seguir o recorrer la parte intermedia sin pagar más. No está mal. Ofrece una hermosa vista de la ciudad y es algo diferente. Funciona siempre a partir de las 10hs.

También pueden subir por el tradicional funicular (a mí me quedó pendiente) aunque para eso deberían bajarse en la estación “Baquedano” del metro y caminar unos 20 minutos por la calle Pío Nono hasta la entrada principal. El funicular sale más barato que el teleférico y tiene tres paradas.

Obviamente si no quieren gastar pueden subir caminando y ejercitar las piernas. Hay un ascenso peatonal en la avenida Perú que queda cerca de la estación “Cerro Blanco” (línea 2).

Traten de ir temprano no sólo para no encontrarse con tanta gente, sino para evitar un poco el smog. Sí, Santiago es una ciudad cubierta de smog (especialmente en invierno) aunque no se compara con ciudad de México. Es mejor ir luego de que haya llovido o cuando el viento limpia un poco la atmósfera.

No recorrí todo el Parque. Primero visité la Virgen del Cerro San Cristóbal, una estatua de 22,5 mts de la Virgen María. Luego bajé hasta el Jardín Botánico Mapulemu (el Jardín Japonés estaba cerrado). Caminé un poco y finalmente regresé por donde había subido.

De ahí caminé hasta el majestuoso edificio del Costanera Center, uno de los malls más famosos y gigantescos. Conseguí mi tarjeta de descuento como turista y antes que nada fui a almorzar. Una amiga me había recomendado comer Chorrillana y como hasta el momento no había tenido oportunidad de probarla, busqué un lugar en el patio de comidas donde la sirvieran. Lo encontré en un sitio llamado La Quincha. Pedí un jugo y me regalaron un vaso de “mote con huesillo” (postre típico) que mucho no me gustó. La chorrillana sí estuvo muy buena.

Dice el dicho: “panza llena, corazón contento”. Recorrí algunas tiendas con el corazón contento. Ripley, Falabella, etc. Son enormes y me entretuve comprando pavaditas. También pasé por Jumbo y conseguí algo para cenar. Ya cansada, caminé hasta la estación “Tobalaba” del metro.

Visité la iglesia de los Dominicos y caminé por última vez por el paseo artesanal de igual nombre. Luego fui al hostal a comer y dormir. Al otro día tenía que madrugar.

La dueña del hostal me recomendó ir hasta la plazoleta “Los Héroes” donde salía el bus al aeropuerto. Por la hora yo pensaba ir a la terminal pero ella me dijo que era más seguro ir a ahí. Tenía razón. Y no se preocupen por las valijas. Las estaciones de metro suelen tener ascensores o escaleras mecánicas (al menos las de “Los Héroes” y “Los dominicos”).

A la tarde ya estaba en casa y llegué bien al trabajo. Chile me gustó más de lo que pensaba. Sinceramente no sé por qué no fui antes.

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DATOS:

  • Otras agencias de turismo en Santiago son Lucero Travel (recomendada por una amiga) y Trekantour. Trekantur es la única agencia que está en el centro y la única gente con la que pude hablar. La excursión con ellos era más económica y me parecieron muy copados, pero no estaban realizando ese paseo porque había muchos turistas brasileros que querían ir a esquiar a Farellones. Pueden llamar al +56 967500313 La agencia está ubicada en Teatinos 371 oficina 201 (a tres cuadras de la Plaza de Armas).
  • La línea MB72 es operada por la empresa Tur Maipo, y comunica a la zona de San José de Maipo, el cajón del Maipo, Puente Alto y La Florida con la estación Bellavista de La Florida (Línea 5). Existe un servicio especial que llega hasta Baños Morales (termas) en temporada de verano.
  • En San José de Maipo: si van en verano hay varios campings y balnearios donde uno puede bañarse en el río. En invierno se puede ir al centro de ski Lagunillas. Hay muchas actividades de turismo aventura, como rafting, tirolesa, etc. También se puede realizar un tour de observación astronómica en Pailalén o en Los Nogales. Otros atractivos son la cascada de las Ánimas, las rústicas termas de Plomo, los Baños Morales (el colectivo 72 te deja -en verano- en los baños), el Monumento Natural El Morado y glaciar San Francisco, el glaciar colgante El Morado y laguna El Morado y los Baños Colina. Sé que hay excursiones que salen desde San José de Maipo. No se puede ir al Embalse de Yeso en colectivo.

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