Revista Viajes

Santoña

Por Carla10

Santoña. Cuna de al anchoa

¡Y ya por fin de vacaciones! Verdaderamente se agradece TANTO!!!! Qué ganas tenía yo de volver a pasear por mi playa de Berria. Cuántas veces he soñado con ella durante este invierno, que fue largo y frío. ¿Os acordáis?

Y por fin estoy aquí de nuevo. No fallo a la cita estival desde que con seis meses llegué aquí por primera vez. Berria es una preciosa y larga playa de casi tres kilómetros de larga y puede llegar hasta los 500 metros de ancha cuando la marea está baja. Es una maravilla de la naturaleza y dicen que una de las playas más bonitas de Cantabria. El año pasado en el post del verano os hablé de ella y de lo que disfruto paseando, de los baños de olas, y de las siestas al sol tocando con mis dedos la suave y fina arena dorada. Hoy voy a centrarme en Santoña y en un paseo en bicicleta por los acantilados de Noja que hicimos el otro día. Santoña es conocida sobre todo por sus famosas anchoas. El pueblo es puro emblema de este rico pescado que además aquí manipulan de una forma peculiar, artesanal y tan reconocida como las propias anchoas. Son muchas las conserveras que uno puede encontrar en Santoña, desde la clásica Albo, El Consorcio, Don Bocarte, o Emilia, una mujer pescadora y muy emprendedora que en los últimos años ha conseguido montar un negocio de delicatesen en torno a la anchoa, el bonito, la ventresca y los productos de la “tierruca”. Durante los últimos cinco años, la pesca de la anchoa ha estado prohibida, o vedada, pues al parecer la anchoa estaba desapareciendo. Desde entonces era imposible encontrar auténtica anchoa de Santoña, pero al parecer la veda ha sido abierta, aunque en pequeños cupos, pero los amantes de éste delicioso manjar volvemos a estar de enhorabuena. De pequeña me encantaba merendar el clásico bocadillo de anchoas con mantequilla. Ahora me preparo tapitas, de lo mismo, pero en miniatura!! También en ensalada con tomates de las huertas de por aquí, que son tomates con sabor a tomate, dulces y jugosos. Otra de mis añoranzas durante el invierno en Madrid. O la auténtica tapita cántabra: Ventresca con tomate y anchoas. La anchoa si es buena, la verdad es que puede acompañar a casi todo. Por ejemplo, queso de cabra del Valle del Liébana con anchoas de Santoña y un poquito de aceite de oliva…

Playa de Berria desde Monte El Buciero. Santoña
Bahía de Santoña. Fuerte de San Martín.

Esto era para hacer boca y presentaros a la habitante más importante de este pueblo pesquero que domina el mar Cantábrico. Un puerto precioso, con lonja y enormes barcos que van a Gran Sol y vuelven al amanecer cargados de merluzas, entre otros peces igualmente ricos. En el Mercado de Abastos del pueblo es fácil encontrar almejas de carril para preparar a cuchillo, caracolillos, y todo tipo de marisco a precios razonables. Los aperitivos suelen ser uno de los grandes momentos del día.

Monumento a Juan de la Cosa. Santoña

Santoña es cuna también de un famoso navegante, Juan de la Cosa. Nació en Santoña y participó en  siete de los primeros viajes a América.  En el primer viaje junto a Cristobal Colón fue Maestre de la nao Santa María. Además dibujó el primer mapa que se conoce del continente americano, y el primer mapa mundi. Monumentos, calles, hoteles, bares y restaurantes en Santoña rinden homenaje a su más ilustre ciudadano. Hasta el 31 de agosto se puede ver en el Palacio de Manzanedo una exposición sobre la época de los descubrimientos, con mapas, cartas de navegación, maquetas de barcos de la época, instrumentos de navegación, etc. En el Paseo marítimo, que bordea parte de la preciosa bahía de Santoña, hay un gran monumento dedicado a Juan de la Cosa. Además pasear por la bahía al atardecer es una delicia. En la entrada de la bahía y bajo el monte Buciero, se encuentra el fuerte de San Martín, uno de los tres fuertes construidos por la Corona de España en el siglo XVII para proteger a los habitantes de la zona. Es uno de los edificios más emblemáticos del pueblo por su original forma de herradura. Actualmente en el fuerte se aloja el Parque cultural Monte Buciero que en estos días ofrece una exposición sobre el la vida en el agua.  Otra joya arquitectónica de Santoña y también Patrimonio cultural es la Iglesia de Santa María del Puerto, un bello templo gótico del siglo XIII, y considerado uno de los más bellos ejemplos del Gótico cántaro. En el subsuelo de los alrededores de la iglesia se ha encontrado un importante yacimiento romano, con restos de cerámicas, monedas y materiales de la Edad del Bronce.

El puerto pesquero de Santoña es uno de los principales y más importantes de España. Pasear por él es una maravilla, los grandes barcos pintados con llamativos colores, atraen la atención del paseante. y la vida pesquera antes de zarpar es excitante. En Santoña encontramos los grandes barcos que hacen largas campañas a Gran Sol. Y es emocionante verlos zarpar al atardecer.

Tirso en el Puerto de Santoña

Barcos pesqueros en el puerto de Santoña

No podemos pasar por Santoña sin detenernos  en su marisma, estuario del río Asón y paraje natural sin igual, declarado Reserva Natural. Se trata de más de 3.000 hectáreas de marismas, marjales, praderas, bosques, playas y dunas. En todo el paraje natural habitan diversas especies de aves acuáticas y plantas y ha sido también declarado zona de especial protección para aves. Muy recomendable alquilar una piragua o kayak en el Albergue de Santoña, junto a la marisma y recorrerla al atardecer. Nos resultará inolvidable navegar entre los juncos de las marismas con cormoranes gigantes, espátulas, gansos, patos, rálidos, gaviotas, charranes o las garzas reales sobrevolando nuestra pequeña y silenciosa embarcación. Mújoles y otros tipos de grandes peces saltarán a nuestro alrededor y las vistas del Monasterio de Montehano culminarán una de las experiencias más atractivas de la zona.

El Monasterio de Montehano, construído en el Siglo IX en la falda del monte que lleva el nombre, y que domina la marisma de Santoña, es un bellísimo y tranquilo lugar, ubicado en uno de los más bellos parajes de la zona. Yo hice allí mi Primera Comunción, por lo que el monasterio tiene además un valor muy importante para mi. Sin embargo, y a pesar de la belleza no solo del edificio, sino del entorno, una cantera lleva décadas destruyendo el monte. En la marisma de Santoña, declarada Reserva Natural junto a montes como el Buciero, se encuentra este pequeño y característico monte, que a pesar de su proximidad a la marisma y a pesar de tener en sus faldas un importante edificio del Siglo IX, esta siendo destruido poco a poco por una ruidosa y fea cantera. Los intereses económicos y políticos del lugar impiden que se pare este despropósito de una vez por todas. Eso sí, hay zonas de la marisma por las que a un inocente piragüero no dejan pasear alegando protección al medio ambiente y en el albergue donde los niños aprender a amar la naturaleza, no dejan quitar los restos de ostras muertas que cada día abren en canal pies y rodillas de niños y grandes. Son meras conchas de ostras muertas que rajan el pie de quien las pise pero no se pueden quitar sin arriesgarse a una multa de medio ambiente. Sin embargo la enorme cantera de Montehano no parece molestar a nadie ni contaminar, ni destrozar  el medio ambiente de un paraje sin igual. En la foto se visualiza al fondo Montehano y su peculiar forma piramidal, también se aprecia la cantera.

Bahía de Santoña, marisma y Montehano

El año pasado os hablé del Faro del Caballo y del Faro del Pescador. De las excursiones que se pueden hacer a pie o en bicicleta para conocerlos y de las increíbles vistas de estos lugares. El Faro del Caballo en el monte Buciero se aloja bajo 700 escalones, eso sí la belleza de la bajada, las vistas y los acantilados no nos dejarán indiferentes. Este año os propongo un paseo por la costa más cercana a Santoña. Desde la Playa de Berria hasta Isla bordeando la costa, los acantilados y playas del lugar. Desde Berria se bordea el monte Brusco hasta llegar a Helgueras, una de las playas de Noja. Desde allí seguimos por la costa hasta llegar a la península de Noja, un preciso lugar de acantilados que al bordearlo nos lleva hasta la maravillosa y conocida playa de Ris, destruida sin embargo por las construcciones sin control de los últimos años. Desde Ris el paseo hasta Isla transcurre por dunas y bosques con vistas a los acantilados, al mar y a nuestra playa de Berria, que se ve a lo lejos. Es un paseo precioso que puede hacerse también aparcando el coche en Noja y caminando por el paseo que bordea la península de Noja.

Playa de Helgueras
Acantilados en Noja
Acantilados de Ris

Para terminar os recomiendo la original obra de la artista Ana Alvarez Ribalaygua, que trabaja con percebes y hace auténticas joyas y obras de arte pintando las uñas del crustáceo con pátinas de oro.

Y después de un paseo por Santoña, fundamental un plato de las mejores y más típicas rabas de la comarca, las del bar Náutico en el Pasaje. Después de probar  rabas por todo el pueblo, hemos decidido por unanimidad que las merecedoras de todos los elogios son las rabas del Naútico, seguidas de   de cerca por las del Jauja en la plaza de San Antonio. Para cenar, un buen plan es ir al Asador Pascual, cerca del Fuerte de San Martín y tomar las auténticas sardinas asadas a la parrilla de leña.

Por supuesto os animo a comerlas con las manos!!!

Otro de nuestros restaurantes favoritos de la comarca es Casa César en Cicero. Fácil de encontrar pues se encuentra junto a la carretera. Pastel de cabracho, tomates deliciosos, anchoas y por supuesto pescados frescos que varían cada día según los anzuelos de los pescadores.

Una gran comarca nuestra querida tierruca.


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