En verano los pescados azules están en su mejor momento, y los platos fríos se agradecen una barbaridad, porque el calor está pegando a base de bien. Así que mi receta de hoy cumple las dos premisas, y además está francamente buena, siempre que nos gusten las sardinas ¡claro está! Porque en mi familia hay quien las ama y quien las odia, así que me imagino que en las demás pasará lo mismo. La receta es de un régimen bajo en calorías y en un principio la preparaba solo para mi, pero huele tan bien que ha acabado tentando a los demás, y acabó por convertirse en una habitual en nuestra mesa en época estival, en la que apetece meterse poco tiempo en la cocina. Además es sana, es económica, y se prepara con antelación, tres puntos que yo valoro mucho con estos calores.
Ingredientes:para 1 persona
- 4 sardinas
- 1 cebolla
- 1 cubito de caldo (yo use solo una esquinita)
- 1 limón
- 1 cucharada de aceite de oliva
- Menta fresca
- Salvia
- Perejil
- Sal y pimienta
Elaboración:
- Limpiar las sardinas y sazonarlas con sal.
- Rallar un poco de la corteza de limón y unirla a un chorrito del zumo y al aceite.
- Picar la cebolla en brunoise e incorporarla al cuenco del limón y el aceite; picamos finamente las hierbas y las añadimos al cuenco. Desmenuzamos la pastilla de caldo, aliñamos con sal y pimienta y mezclamos.
- Embadurnamos las sardinas con parte de la mezcla y las dejamos reposar unas 4 horas.
- Las asamos en la plancha, las colocamos en un recipiente y le añadimos el resto dela preparación de hierbas.
- Dejamos enfriar unas horas para que se impregnen del sabor de as hierbas.
https://www.cousasdemilia.com/2014/07/sardinas-rellenas-en-escabeche.html
https://www.cousasdemilia.com/2013/08/sardinas-marinadas-con-cebolla-y-pinones.html