De ruta por la provincia de Burgos, el viajero, si transita con calma y detenimiento por la carretera N-120, en dirección a Carrión de los Condes, se topa con Sasamón, que apenas sobrepasa el millar de habitantes, a la izquierda del río Brulles, que en época romana recibió el nombre de Segisamone. Perteneció a la región de los turmódigos y el primer emperador de Roma, Octavio Augusto, se estableció en ella en el siglo I a.C. para invadir el país de los cántabros.
Sasamón fue lugar del asentamiento de la combativa Legio IV Macedonica romana. Dada su trascedencia a nivel estratégico, por Sasamón discurría una calzada romana que unía Caesaraugusta (la actual Zaragoza) y Austurica Augusta (Astorga), de la que permanecen algunos restos. También se pueden contemplar, de aquella época, tres mosaicos que se encuentran en el Museo de la Iglesia.
Iglesia Santa María la Real./Plusesmas.com
Ya en la Edad Media, Sasamón se convirtió en sede episcopal por obra y gracia del rey Sancho II, aunque con posterioridad pasó a depender del obispado de Burgos. En el siglo XV se amuralló la villa, pero sus gruesas paredes no impidieron que los franceses la ocuparan durante la Guerra de la Independencia en el siglo XIX. La huella medieval de Sasamón se perdió con el incendio de la iglesia y el Ayuntamiento.
De su pasado Sasamón conserva restos de la muralla, de su puerta, diversas casas solariegas de fachadas blasonadas, y una plaza con dos soportales del tiempo de Carlos III. Sin embargo, su principal monumento es la iglesia de Santa María la Real (siglo XVIII), el monumento más grande de la provincia detrás de la catedral de Burgos, cuyo interior conserva varios sepulcros, góticos, una pila bautismal (siglo XVI) con relieves, un púlpito, un retablo renacentista, una custodia procesional renacentistas y diversas esculturas y lienzos.
Pórtico de entrada de la iglesia Santa María la Real./Grosasm
Otros claros ejemplos del importante pasado medieval que alcanzó la villa son el puente de San Miguel, o los restos de una gran portada tardorrománica situada en pleno campo. Se trata del único vestigio de la iglesia del despoblado de San Miguel de Mazarreros. Más contemporáneos se alzan el Museo Pictórico, en lo que fuera la Casa Cuartel y Hospital de atención al peregrino del Camino de Santiago de la Orden de los templarios, o la Casa Museo Salaguti.
El Museo Municipal de Arte Contemporáneo Ángel Miguel de Arce cuenta con una más que notable muestra de pintura de autores de los siglos XIX y XX. Asimismo, resulta de interés para el viajero la conocida Casa de Santa Teresa, que estaba habitada por familiares de la religiosa, quien alguna vez descansó allí durante sus peregrinajes.
Murallas de Sasamón./Rowanwindwhistler
En las afueras de Sasamón se alza la cruz del Humilladero (siglo XVI), considerada por los expertos el mejor ejemplo de este tipo de arquitectura conservado en la península ibérica. Aparece decorado con el árbol de la Cruz y el árbol del Paraíso donde la serpiente-demonio se simboliza mediante un pelícano con cabeza de mujer.
Bañado por el río Brullés, la situación geográfica de Sasamón ha permitido que, a su alrededor, brotaran los alojamientos rurales, esos pequeños hoteles con encanto en Sasamón. La confortabilidad y el descanso están garantizados para el viajero si decide pernoctar por estos lares. También podrá disfrutar de la gastronomía local con buena materia prima como son los quesos o las carnes.
Dónde dormir: Hotel Santa Coloma del Camino; Ctra. a Villandiego, km 1; 09123 Olmillos de Sasamón; Sasamón (Burgos); [email protected]; teléfonos: 947370498 y 687425291.
Dónde comer: Restaurante Señorío de Olmillos; C/ El Palacio, 1; Olmillos de Sasamón (Burgos); teléfonos: 947374009 y 947370058.