Revista Cocina
Cuando voy al super siempre me fijo en las cosas nuevas, en aquello que nunca he probado y en como lo podría preparar en casa. Esta semana pasada me sorprendí cuando, sin fijarme mucho, pedí un trozo de salmón y la pescatera me comentó que no era salmón sino trucha de los fiordos. Y claro, empezó la conversación de como prepararla, de para que se la llevaba la gente, etc... Me encantan estos ratos de super. Así que me lleve un trozo y lo hemos probado. Aunque no tengo muy claro que lo de hoy se pueda llamar receta, lo queréis compartir porque la verdad es que está riquisima.
Es un pescado más magro que el salmón y con mucho sabor. Y no os dejéis engañar por su nombre, es una trucha pero de agua salada, no dulce!. Nosotros repetiremos sin dudarlo.
INGREDIENTESLomo de trucha del fiordo RábanoCebolla rojaLima (piel y zumo)Pimienta rosaCilantro (o perejil)Perlas de limón (sino tenéis, no pasa nada)Sal
ELABORACIÓNLimpiamos bien el lomo de la trucha de piel y espinas. Lo cortamos en dados y los ponemos en una salmuera al 10% de sal (100g de sal por cada litro de agua) durante unos 15 minutos. Sacamos y secamos bien.
Cortamos muy fino rábano y cebolla roja. Rociamos la trucha ligeramente con el zumo de lima. Y procedemos a emplatar. Para ello colocamos los dados de trucha y a cada uno le añadimos un trocito de cebolla, de rábano, de piel de lima, de cilantro, un grano de pimienta rosa y una perla de limón. Es un bocado exquisito cuyo sabor explota en la boca.