Revista Comunicación

Se acaba el mundo: el juego de las etiquetas

Publicado el 23 enero 2012 por Lanuez
Se acaba el mundo: el juego de las etiquetasSe acaba el mundo: el juego de las etiquetasSe acaba el mundo: el juego de las etiquetasEl fin del mundo se acerca, cierran megaupload, acusan de nazi a Gustavo Sala y ahora localmente dicen que Jesus Cossio es pro sendero.
Nada mas peligroso que el juego de las etiquetas, gritar ladrón y crear una turba que sepultará bajo piedras a quien sea, culpable o inocente. Esto sentí yo cuando leí los casi 3000 comments que originó una tira cómica de Gustavo Sala publicada el jueves en el diario argentino Página 12. Tristemente una vez que las palabras nazi y judio se unen en una conversación el resultado es explosivo, no importa el tema, el inicio, el resultado final, lo que importa es linchar a alguien y citar y recitar de memoria argumentos aprendidos generalmente de bandos contrarios.
Trasladándonos a Perú algo similar casi ocurre, en medio de la gran preocupación generada por las malas intenciones nada ocultas del Movadef, alguien grita terruco a otro dibujante, que como verán esta bastante alejado de esa peligrosa etiqueta. Aprovechamos para hablar con Jesus Cossio quien a parte de ser el etiquetado, ha esta involucrado en 2 libros de comics que tratan precisamente sobre el periodo de violencia que vivimos en el Perú
 ¿Cómo te enfrentaste al proceso de hacer cada uno de los libros sobre la violencia política de esos años (Rupay, 1980 – 1985 y Barbarie, 1985 - 1990? ¿Qué comics te influenciaron para este proceso? 
Los procesos fueron distintos. Rupay fue hecho en coautoría con Alfredo Villar y Luis Rossell y fue un proceso de aprendizaje. Aprender a buscar fuentes, fotos, documentos; revisar el Informe CVR con mirada de proximidad y a la vez crítica; sintetizar mucha información en algunas páginas de cómic por caso… realmente conocer el potencial del comic documental. Con Barbarie, fue retomar todo lo aprendido y trabajarlo solo, además de enfocarme más en la narración visual – menos información textual y más “ver” qué es lo que pasa. Mostrar además, las diferentes aristas de los crímenes de Sendero Luminoso y las FFAA (secuestro, desaparición, masacre, ejecuciones) en los casos para que se vea el infierno que vivió tanta gente. 
Cómics que me ayudaron: Palestina de Joe Sacco, Maus de Art Spiegelman, y visualmente – sin estar en relación con el tema- comics de Chester Brown y Phoebe Gloeckner. El que más me impacto, junto al de Sacco, fue ChunguiViolencia y Trazos de Memoria, de Edilberto Jiménez, un libro durísimo con ilustraciones basadas en narraciones directas de víctimas de masacres ejecutadas por SL o las FFAA.
Se acaba el mundo: el juego de las etiquetasSe acaba el mundo: el juego de las etiquetas  ¿Por qué la elección del blanco y negro, e inclusión esporádica del rojo?En Rupay el registro era de blanco, negro, grises de computadora y rojo. Era para crear una relación entre la bandera peruana, la bandera del PCP-SL y la sangre, en tanto ésta era derramada en nombre de aquellas. En Barbarie trabajé sólo con blanco y negro, para mantenerme en un registro “clásico” – además, me interesa que mi libro se pueda fotocopiar por partes.
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 ¿Cómo se une tu posición política con tu trabajo artístico?Esta pregunta es interesante. Hay personas que sin leer mi libro BARBARIE o leyéndolo con muchos prejuicios, me han llamado pro-senderista, lo cual es absolutamente falso y malicioso. El libro contiene un episodio que critica duramente a Abimael Guzmán y al PCP-SL, mostrando la retórica demagógica de Guzmán en paralelo con dos matanzas de pobladores por Sendero. Son las páginas más complicadas que he hecho y el episodio del cual me siento más orgulloso. 
Me considero anarquista, es decir, cuestiono la existencia del Estado como instancia de control y regulación social así como la aceptación del Capitalismo en tanto única manera de “funcionar” socio-económicamente. El Estado y el Capital han generado explotación, debacle ecológica y una vida basada en la rutina y el apego a bienes materiales (daños parecidos han causado las dictaduras de izquierda en China o URSS). El anarquismo propone organizarnos con autonomía, libertad y realización de nuestro potencial psíquico.
Por ello, mi libro no trata de ser “objetivo”. Toma posiciones contra ambos poderes, el Poder estatal (representado por las FFAA) y el Poder senderista. Mi obra documental trata de mostrar los abusos y mentiras de esos autoritarismos. La diferencia es que la versión del Estado (exculpatoria) se muestra como la “Oficial” y sus representantes y por ello hay que combatir esa versión con más fuerza.
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¿Cómo te enfrentaste al proceso de hacer cada uno de los libros sobre la violencia de ese periodo? ¿Cuáles fueron tus fuentes de información y documentación?Como expliqué antes, para Rupay fue un trabajo conjunto y en ese sentido, el trabajo se dividía: los tres coatuores decidíamos la línea de las historias, luego Alfredo (Villar) y yo hacíamos el guión, nos reuníamos con Lucho (Rossell), Alfredo corregía, yo adaptaba ese guión a cómic en lápiz y Lucho le pasaba tinta y lo pintaba en la computadora. ¡Lo más difícil era ponernos de acuerdo en algunos momentos! Barbarie, en cambio, fue un proceso personal intenso que se dio con algunas pérdidas fuertes en mi vida y de alguna manera me ayudó a seguir adelante. La idea de seguir contando las injusticias desde el Poder era muy poderosa, sentía que era un privilegio colaborar humildemente con ello y ese sentimiento fue muy motivador.
 ¿Qué piensas de SL y del Presidente Gonzalo? ¿Qué piensas del Movadef?Sendero Luminoso es un movimiento autoritario cuya cúpula planeó y justificó el asesinato de miles de personas, y la tortura y sumisión de miles más. Abimael Guzmán, el “Presidente Gonzalo”, es un sujeto mesiánico cuya ideología es una jerigonza maoísta y milenarista lleno de simplificaciones y de una pobreza intelectual abrumadora. Que el Movadef intenté justificar sus acciones y pedir una amnistía es una vergüenza. Al Movadef y a SL, hay que combatirlos con sentido común y en el campo de las ideas, satanizarlos y descalificarlos sólo les crea un aura de incomprendidos para algunos jóvenes.
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 ¿En el transcurso de tener el libro ya publicado, que experiencias recogiste al presentarlo? ¿Qué es lo que el lector suele decirte acerca del libro?Las presentaciones son sumamente interesantes. Lo que hago es dar charlas sobre como hice el libro, presento un caso página por página, explico luego el proceso “técnico” (guión, bocetos, etc.) y al final, lo mejor de todo: preguntas del público. Las personas suelen quedarse muy impresionadas con los casos y el grado de violencia que ejercen SL o las FFAA. Luego preguntan por el estado de los casos; en la mayoría la impunidad y el encubrimiento campearon hasta hace muy poco e incluso actualmente (Por ejemplo, Juan Rondón, uno  de los asesinos de Accomarca, acaba de ser puesto en libertad por “exceso de carcelería”) y esto crea reacciones muy fuertes. Una acotación que suelen hacer y es importante: “Tengo un  familiar que es militar y me ha contado otra versión”. Yo respondo que la versión que yo presento está basada en testimonios de víctimas (también confesiones de victimarios militares) y no pretende ser LA versión oficial y más bien combate la idea que hay una sola narración de la violencia.
Se acaba el mundo: el juego de las etiquetas Jesus Cossio, junto al sensacional guionista y editor chileno, Carlos Reyes, durante una de las activadades que realizó en Chile.
¿Cómo ha sido recibido en otros países?Bien, felizmente. Fui invitado a La Paz al Festival “Viñetas en Altura 2010” a dar una charla sobre Rupay, a Buenos Aires al Festival “Viñetas Sueltas 2011” de Buenos Aires para hablar de Barbarie (en ese entonces, lo estaba dibujando) y hace poco estuve por Chile presentado Barbarie en varias charlas. En esas ciudades fui recibido con generosidad e interés, lo cual agradezco de todo corazón. Hace unos meses, páginas de Barbarie fueron expuestas en Lyon, Francia, en el Festival Off Lyon de Bande Desineé. De Rupay hay una versión editada en España y en los próximos meses, capítulos del mismo libro saldrán editados en volúmenes de estudios sobre violencia política en USA. El episodio Uchuraccay fue editado en una revista holandesa, también.
Ambos libros han sido reseñados favorablemente en blogs argentinos, chilenos y españoles. Además, en las ciudades que he visitado he hecho grandes amigos y existen planes para proyectos conjuntos.
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¿Qué lectura recomendarías a toda persona que quiere saber más sobre el proceso de violencia que se vivió en Perú?1. El Informe de la Comisión de la Verdad y Reconciliación: un documento importantísimo sobre el Conflicto Armado Interno. Tengo discrepancias con el Informe CVR pero es crucial leer lo que se pueda – de preferencia su versión abreviada, Hatun Willakuy.
2. Chungui, Violencia y Trazos de Memoria / Edilberto Jiménez: con ilustraciones fuertísimas de narraciones de víctimas quechuahablantes.
3. Ayacucho 1969 – 1979: El Surgimiento de Sendero Luminoso / Carlos Iván Degregori: excelente libro para entender el fenómeno de SL más allá de las simplificaciones de la prensa (por una gran persona como fue Carlos Iván).
4. Jamás tan cerca arremetió lo lejos. Memoria y violencia política en el Perú / Varios autores: para ampliar la perspectiva sobre el Conflicto Armado Interno.
 Planes actuales, planes futuros…Acabo de terminar un libro para la Editorial Sol Naciente de Buenos Aires, que edita los conocidos libros Para Principiantes. Junto a Rubén Ríos, profesor de Filosofía de la UBA (Universidad de Buenos Aires), hemos elaborado “Biopolítica para Principiantes”. Trata sobre como el Poder Político usa estrategias sobre nuestro deseo sexual y apetitos y fobias biológicas para tejer redes de control (se explican tesis de Foucault, Agamben, Zizek, Baugman y varios más). Debe editarse pronto, ya está anunciado en la web de ParaPrincipiantes. Ha salido recientemente “Mi Buenos Aires Querido”, editado por Loco Rabia: 18 dibujantes de Argentina, España y Lima (yo, je) haciendo guiones de Alejandro Farías.
Este año haré una biografía de Arguedas en cómic, para lo cual he leído muchas cosas suyas los últimos meses. Me emociona muchísimo ese proyecto. También estamos en contubernios con mis amigos Rodrigo la Hoz, Jorge Pérez-Ruibal y David Galliquio para hacer una revista de cómic que cumpla ciertos sueños satánicos y psicotrópicos. También, mi libro “Un árbol en los confines del mundo” que recopila los cuatro números de mi fanzine El Cerdo Volador saldrá este año (al fin).
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 Pasando a otro tema: ¿Qué es el humor, y que piensas de lo que le paso a Gustavo Sala esta semana? Difícil definir que es “el humor”. Para mí el humor puede ser muchas cosas, pero desde luego que el que más me llama es el desmitificador, irreverente y satírico. El humorista dispuesto a pelar capas de realidad, no aquel que se siente más allá del bien y el mal o en un pedestal por hacer “humor negro” o “humor político”. El trabajo de Lucho Rossell, por ejemplo, es hábil para tomarle el pelo al Poder dándole vuelta a ciertas situaciones. Pero cuando veo a un “humorista” haciendo viñetas que podrían haber salido del cerebro de Aldo Mariátegui o que usan las mismas convenciones mentales de los conservadores, me dan arcadas.
Lo de Gustavo ha sido una experiencia desafortunada. Su humor siempre ha sido bestia (algunas cosas me gustaban, otras no) y por ello mismo se la jugaba. La tira en cuestión creo que se le salió de cálculo – y no era lo mejor que ha hecho. Pero el linchamiento virtual ha sido lamentable. Hay gente que aprovecha esas ocasiones para canalizar sus frustraciones y lanzar acusaciones (con Gustavo, “antisemita; conmigo, “pro-terrorista”). Otros, en cambio, se toman el rol de controladores de la risa desde una ciudadanía estática y plúmbea: sobre qué se debe y no se debe bromear desde privilegios de élite o culturales. 
 ¿2012 será el fin del mundo o el fin del internet?Puede que sea el año del cuadrágesimo reseteo de la Matrix – luego y por lo tanto, fin de internet y del “mundo”.
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