El anuncio de la revista norteamericana Newsweek, de que dejará de editarse en papel el próximo año para hacerlo solo en digital no por conocido, deja de ser un aviso a navegantes en los barquitos de papel.
Newsweek distribuye nada menos que 1,5 millones de copias semanales y está dispuesta a parar las rotativas en unos meses. Es cierto que hace unos años distribuía 4 millones y que la caída de ventas ha sido mayúscula, pero en este caso el salto se da con red. Con la red de su edición en internet que cuenta con 15 millones de usuarios únicos mensuales y que ha crecido más de un 70% en el último año.
En Europa, The Guardian anda diciendo que quiere acabar con las multimillonarias pérdidas de su edición impresa y concentrar todos los esfuerzos inversores y de contenidos en la edición digital.
En EEUU hay una mezcla de modelo de negocio en el que las ediciones de los grandes rotativos están aguantando, a la baja, promocionándose con las ofertas de suscripción a las ediciones digitales. Es el caso de The New York Times y de muchos otros diarios locales.
También cobran relevancia los diarios de USA que se imprimen solo unos días a la semana o solo en fín de semana.
Parece que lo importante es mantener la marca, y ésta la hace el contenido y el contenido puede darse diariamente en la red y reposarse en fin de semana. ¿Será la nueva fórmula a la que estén abocados los grandes diarios españoles?
Si pensamos que las empresas periodísticas españolas están recortando las estructuras de redacción en, aproximadamente, un tercio de la plantilla, posiblemente este modelo lleve a que tengamos diarios solo unos días de la semana, o un solo día como en el caso del existoso Expresso de Portugal.
No es que los ERE de los medios españoles y las tendencias europeas y americanas haya de tener necesariaente un reflejo a futuro en la reducción del papel de los diarios españoles, pero sí que podría contemplarse por alguno de los grandes, viendo que las perspectivas del mercado publicitario a corto plazo siguen siendo muy negativas.
Lo que tendría sentido es seguir invirtiendo en los contenidos, en la información y, por tanto, en las redacciones, porque sino cuando se acabe el papel un día, no habrá el trasvase necesario de lectores a las cabeceras en la red para ser rentables.