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ACTIVISMO | Comienza el juicio en Copenhague
'López de Uralde no volverá a prisión'
Los activistas que estuvieron en la cárcel en Copenhague con López de Uralde. | Greenpeace
Pedro Poza Maupain | Copenhague
Actualizado lunes 20/06/2011 10:01 horas
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Juan López de Uralde no ingresará de nuevo en una cárcel danesa. Totalmente seguro de ello se ha mostrado Jakob Arrevad, su abogado, ante el inicio este lunes en Copenhague del juicio contra el exdirector de Greenpeace España y actual líder del partido Equo. A López de Uralde y a otros 10 activistas de la organización ecologista se les acusa de allanamiento de morada por irrumpir en la cena de gala de la XV Cumbre del Clima, que presidida por la reina Margarita de Dinamarca se celebró el 17 de diciembre de 2009 en Christiansborg, sede del Parlamento danés.
"No volverán a la cárcel", ha afirmado Arrevad a ELMUNDO.es. "Estamos todos de acuerdo, defensa y acusación, en que en el peor de los casos este asunto debe acabar con una pena condicional más bien leve. Por supuesto, el fiscal no lo admitirá tan claramente. En principio podría pedir tres meses de condena, pero aceptará que sean condicionales, lo que prueba que no se opone a lo que digo".
López de Uralde entró en la sede del Parlamento haciéndose pasar por "jefe de Estado del Reino Natural", acompañado por su 'esposa' y un 'guardaespaldas'. Antes de ser detenido consiguió desplegar frente a las cámaras de televisión una pancarta con el lema "Los políticos hablan, los líderes actúan". Los otros ocho acusados están imputados en calidad de colaboradores.
La primera sesión del juicio consistirá básicamente en que los 11 activistas presten declaración. Por problemas de calendario entre los abogados de la defensa, la segunda sesión deberá esperar hasta el 19 de agosto. Arrevad espera que se pueda dictar sentencia ese mismo día.
Dudas sobre la pena de un año de cárcel
"Nuestros clientes se declaran inocentes", ha indicado el letrado. "No se saltaron ningún control, no enseñaron papeles falsos y nadie les preguntó quiénes eran, ni les impidió el paso. Sus coches llevaban el logo de Greenpeace. ¡Hasta recibieron escolta policial para llegar a Christiansborg!".
Tras su detención, López de Uralde y tres de sus compañeros pasaron 20 días en prisión preventiva. La condena máxima en Dinamarca por allanamiento de morada es de seis meses, pero dado que la reina presidía la cena, el ministro de Justicia, el conservador Lars Barfoed, ha autorizado que la Fiscalía emplee el artículo 115 del Código Penal, el cual especifica que las penas pueden duplicarse si se comete el delito "contra el rey o contra quien, de acuerdo con la Constitución, dirija el Gobierno". Sobre el papel, por tanto, el líder de Equo podría ser condenado a un año.
Según fuentes del Ministerio de Justicia danés, la tardanza en la celebración del juicio, 18 meses después de los hechos, se ha debido a las dudas sobre si podía aplicarse el artículo 115. Esa inseguridad ha provocado que finalmente se descarten como cargos adicionales la falsificación de documentos y la suplantación de funcionario público. Arrevad considera que no existe justificación alguna para recurrir a la citada ley: "El ministro de Justicia y los fiscales del Estado y del Reino han decidido que se utilice. No sé por qué. Está completamente en desuso. Es absurdo, una estupidez".
La reina como víctima
En realidad, más que en desuso, el artículo de marras está sin estrenar. Adoptado en 1930, no se ha empleado nunca. Su aplicación en este caso ha sido objeto de numerosas críticas entre la opinión pública danesa, procedentes no solo de Greenpeace Dinamarca, sino de diputados tanto de la oposición socialdemócrata como del partido del primer ministro, el liberal Lars Løkke Rasmussen.
Parece existir, no obstante, una notable confusión en torno a su contenido real. Sin duda porque es conocido popularmente como "ley de lesa majestad" y se identifica en exceso con el desacato a la corona. Un delito que en forma de injurias figura entre la cuarentena de supuestos -incluido el asesinato- que contempla el artículo, pero que no es aquel por el que se juzga a los activistas. La última condena por desacato, basada en una ley ya derogada, se remonta a 1920.
Arrevad apunta que en cualquier caso resulta cuestionable que pueda considerarse a la reina Margarita como víctima del supuesto allanamiento de morada, ya que ni Christiansborg es su residencia, ni la protesta de Greenpeace iba dirigida contra ella.