¿Quién decide cómo vives tu vida? ¿Quién ha decidido tu carrera? ¿Quién ha decidido el tipo de casa que te has comprado? ¿Quién ha decidido cuántos hijos tendrás (o no tendrás)? ¿Quién ha decidido cómo pasarás estas Navidades?
Es curioso cuantas decisiones importantes ya vienen con la respuesta preseleccionada. Te pasas dos horas con la duda si es mejor ponerte el traje o el vestido para ir a la reunión del décimo aniversario de tu graduación. En ningún momento cuestionas de que existe la opción de no acudir a la reunión - o de organizarla tu mismo con otro estilo. De la misma forma has decidido que "ya es hora" de casarse y que tus actividades navideñas se basan en "lo que siempre hacemos".
Analizar las grandes decisiones no es muy popular. ¿Y si llegas a una conclusión diferente? ¿Cómo le dices a tu madre que no quieres tener hijos? ¿Qué dirá tu pareja cuando no aceptas su propuesta de matrimonio? ¿Qué dirán tus hijos cuando decides hacer aquel crucero de seis meses en vez de quedarte a cuidar de tus nietos?
¿Esta decisión es tuya? ¿O la has copiado de un cuento de hadas?
Descifrar si tu decisión final es tuya o simplemente un reflejo de "lo que se hace" es todo un reto. Es posible que ni te das ni cuenta de tu decisión sin alternativa, porque parece tan natural. Así que hoy te propongo un ejercicio: atrévete a describir tu futuro y el efecto que tendrá sobre tu día a día.
¡Escribe! - y oblígate a escucharte a ti misma
La palabra escrita te obliga a darle nombre a tus miedos, tus aspiraciones y tus argumentos. Te permite poner orden a tus ideas y a descubrir que es lo importante para ti en vez de seguir el camino preestablecido a ciegas. Es posible que llegues a la conclusión que el camino normal es exactamente el camino que quieres tomar. o puede que te des cuenta que no encajas del todo con la norma.
Sea cuál sea tu decisión, el proceso te dará la confianza que estás haciendo lo correcto para ti.
¿Qué te inspira? ¿Por qué?
¿Qué te gustaría conseguir en los próximos diez años? ¿Cuáles son tus sueños? ¿Si no cambias nada, a dónde te llevará tu situación actual? ¿Te gusta la expectativa? ¿Por qué?¿Por qué no? ¿Qué estás haciendo para mantener o cambiar estas previsiones? ¿Qué no estás haciendo?
¿Con quién te comparas?
¿Quién te impresiona? ¿Quién es un ejemplo a seguir para ti? ¿Si pudieras hablar con él o ella, qué crees que compartirían contigo? ¿Puedes contactarlos para que te cuenten su trayectoria? ¿Y si harías justo lo contrario? ¿Cuál crees que sea el resultado?
¿De qué tienes miedo?
¿Qué es lo peor que te podría pasar? ¿Qué decisiones has tomado en tu vida para evitar estos miedos? ¿De qué forma tus miedos dictan lo que haces - de forma consciente o inconsciente? ¿Si no tuvieras estos miedos - que harías diferente? ¿Qué habrías hecho diferente en el pasado?
Al final de estas reflexiones te conocerás mejor a ti misma. Sabrás lo que te mueve y lo que no. Tómate tu tiempo: una decisión que cambia tu vida no se toma en un día.