Veo que se está poniendo de moda hacer "agujeracos" en los edificios singulares, si lo habéis observado yo ya he visto unos cuantos, la idea está muy bien pero a niveles prácticos a parte de perder superficie construida, la ejecución es bastante compleja, como para explicárselo al Benito y Manolo de turno. Lo positivo que saco de estas actuaciones en los proyectos es que empieza a haber movimiento en no hacer todo el mundo lo mismo y encontramos cosas que se salen de la norma, venga chicos, arriba la creatividad!El Cubo Naranja de Jakob+Macfarlane en Lyon, Francia es un buen ejemplo de lo que os hablo:
Vía: Contemporist