Revista Cine
Por razones ajenas a mi voluntad, este fin de semana no pude ver mucho. Lo que sí pude ver, en todo caso, fue un muy capaz y entretenido filme de aventuras en el salvaje y helado Alaska. Se trata de Un Día para Sobrevivir (The Grey, EU, 2012), el más reciente largometraje del otrora prometedor Joe Carnahan. Con la sólida -casi rocosa- presencia de Liam Neeson, convertido en el Charles Bronson de prestigio del siglo XXI, he aquí el enfrentamiento a muerte de dos manadas: la formada por siete correosos trabajadores de una compañía petrolera varados en medio de Alaska y la de un grupo de feroces lobos digitales -aunque algunos son verdaderos y otros animatronics- que quieren escabecharse a los primeros. Culposamente entretenida. Mi crítica, en el Primera Fila del Reforma del viernes pasado.