Written by valedeoro // 05/11/2013 // productividad // No comments
Mañana, el día perfecto
Cuando decides hacer algún cambio en tu vida, generalmente se trata de una renovación completa. No quieres hacer un cambio, quieres reformarlo todo a la vez: alimentación, deporte, vestimenta, formación. Acabas diseñando tu día perfecto que acomoda todos estos nuevos hábitos a partir de mañana. Te levantarás a las 6:30 para disfrutar de la salida del sol, practicando yoga en la naturaleza. Después comerás un desayuno de frutas frescas con cereales y leche de almendras y te prepararás una ensalada para más tarde. Estudiarás una hora para avanzar el curso online que contrataste para después ir andando al trabajo.
Te encanta esta nueva vida que llevarás, hasta exactamente el momento en el que suena tu despertador a la mañana siguiente.
Bienvenida a la realidad: la espiral de la autocrítica
Quizás te fuiste a dormir muy tarde, quizás tu cama es demasiado cómoda, quizás tu gato se acaba de acurrucar en tus piernas: y te levantas como siempre, comiendo algo con prisas y saliendo disparada sin haber hecho yoga ni avanzado tus estudios. Ya lo harás por la noche para salvar el día.
Por la noche tus amigos insisten en ir a tomar un café o un helado, se hace tarde y llegas a casa sin haber comprado las frutas frescas que te faltaban esta mañana. Así van pasando los días y cada mañana te sientes un poco más frustrada. Empiezas a sentir que eres un fracaso y que nunca conseguirás estos cambios que tanto te inspiraban. El bajón de energías es inevitable y a estas alturas estás convencida de que los cambios no son para ti y que te quedarás atrapada en la situación actual para siempre.
Hoy puedes empezar desde cero
No tienes por qué esperar el 1 de enero de ningún año. Que hasta ahora los cambios te hayan costado, no significa que no seas capaz de realizar un cambio. En vez de torturarte con decenas de objetivos, hoy te invito a escoger un solo objetivo: volver al gimnasio, cocinar para ti misma, despejar tu armario, pasar más tiempo con tus hijos.
Escoge uno, y permítete empezar hoy. Un solo objetivo evitará de que los objetivos se contradigan entre sí. Te ayudará a no perder el enfoque. Y como no es el 1 de enero, no hay por qué agobiarse.
Así que: manos a la obra! Tienes permiso de cambiar una cosa en tu vida. ¡Pero solo una! Por ahora.