Revista Comunicación
¿Se puede odiar a una marca?
Seguramente puedas cogerle manía a una marca por un montón de razones, pero después de casi 21 años fuera de mi casa y de considerarme un "heavy user" en medios de transporte, puedo afirmar que odio a Renfe con todo mi alma. (#odioRENFE)
Es una marca antigua, anclada en modelos de negocio del S.XIX, y no es capaz de avanzar ni un centímetro para tratar de hacer frente a sus competidores. Pero, ¿tiene competidores o sigue disfrutando de una posición dominante simplemente el hecho de "ser quién fue"? Realmente competencia tiene porque cada vez las carreteras son mejores, y porque las compañías aéreas con la llegada de las low cost se están poniendo las pilas poco a poco.
Ahora bien, como transporte ferrocarril está claro que no tienen competencia, y desde luego que se nota. El mercado hace mejores a los competidores... y si no tienes con quién competir o si eres un protegido por las leyes y el gobierno, acabas quedándote atrás.
Y tengo varias quejas o encuentro varios motivos que a mi me hacen odiar a Renfe (#odioRENFE). Aquí van alguno de ellos.
- La página web es una auténtica mierda, pero el proceso de compra también es absolutamente desastroso para los usuarios.
- Los medios de pago (o la plataforma de medios de pago) dejan bastante que desear. Se da la circunstancia de que si nunca has realizado una compra por teléfono o por Internet, no puedes pagar con tarjeta por teléfono o por Internet. Entonces ¿para que habilitáis una plataforma de e-commerce que me obliga a hacer una compra "física" para habilitar mi tarjeta para compras a distancia? Perdonadme, pero no lo entiendo.
- Las aplicaciones en movilidad (que ahora cualquier marca de medio pelo tiene) son peores todavía que la web. Sencillamente no sirven para nada. Tener una aplicación sencillamente para consulta (y malamente) es tirar el dinero
- Las políticas de precios (inexistente hasta hace escasos 3 meses) son sencillamente un desastre. Cualquier compañía es capaz de implementar una política de "yielding" o de "revenue management" que por lo visto, Renfe no ha sido capaz de establecer. Claro que tampoco me extraña, porque ha tenido precios fijos independientemente de la oferta, la anticipación de compra, etc durante años.... y -a pesar de intentar establecer precios "flexibles", la realidad es que no tienen ni pies ni cabeza.
- ¿Cómo es posible que en temporadas de alta ocupación como puede ser por ejemplo el trayecto del AVE entre Madrid y Sevilla en las fechas de la Feria de Abril, las cervezas o las patatas se acaben a la hora de trayecto?
En resumen, que odio a Renfe (#odioRENFE) por estas y otras muchas cosas. Jamás he visto una empresa más ineficiente, más antigua y con menos energía para progresar... y como sigan así, así se van a quedar... claro que mientras haya gobiernos e instituciones (cajas y bancos incluidos dispuestos a seguir tirando dinero por el mismo agujero, seguirán vivos... o seguiremos pagando todos sus ineficiencias.