El gallo Casildo lo está pasando fatal. Lleva mucho tiempo sin trabajo y no tiene un céntimo. Un día le ofrecen ser profesor de canto y Casildo se entusiasma, porque la música es lo suyo. Pero el trabajo no es lo que esperaba... ¡Sus alumnas son las Wonderful, cinco tortugas requeteviejas que tienen unas voces horribles! Y lo peor es que pretenden que Casildo las ayude a ganar un concurso de canto... Con su entrañable optimismo y su bondad infinita, las tortugas pondrán a prueba la paciencia del gallo y le enseñarán que, en esta vida, lo que importa no es llegar lejos sino disfrutar del camino.
Sé tortuga ha sido el ganador del Premio Edebé de Literatura Infantil de este año.
Quizá, al leer la sinopsis, has pensado que se trata de una fábula tradicional con animales. Y es evidente que la historia bebe de esos textos que todos hemos leído o escuchado de pequeños, pero Agustín Sánchez Aguilar nos ofrece una historia moderna, totalmente actual y que en ningún momento intenta "vendernos" una moraleja; aunque sí que podemos aprender mucho de las maravillosas Wonderful, igual que aprende de ellas el gallo Casildo.
Porque nuestro gallo Casildo está atravesando un momento terrible en su vida. Ha pasado de ser una superestrella de los escenarios a estar en casa escondido, sin dinero y a puntito de que lo desahucien.
Por eso, cuando le llega una oferta de trabajo, no tarda ni medio segundo en acudir a descubrir de qué se trata. ¡Y menuda sorpresa tan increíble! ¡Quieren contratarlo de profesor de canto! ¡Lo que más le gusta en el mundo! Enseguida, Casildo empieza a imaginar quién será su alumno y cómo lo convertirá en la nueva estrella de la música, algo así como lo que fue él tiempo atrás.
Sin embargo, Casildo se lleva un nuevo golpe cuando le explican que sus alumnas son un grupo de tortugas jubiladas que quieren presentarse a un concurso de talentos... ¡y que cantan fatal!
A partir de ese momento, Casildo se verá envuelto en un torbellino de dudas, enfados y frustraciones que lo harán aprender que a veces no es tan importante el destino como el camino que recorres para alcanzarlo.
¡Me he divertido tanto con esta lectura!
No sé por dónde empezar. Es que me ha gustado todo. Y pocas veces me pasa esto con un libro, siempre hay algún detalle que no me convence del todo o algún personaje que no me gusta... Pero a Sé tortuga no sabría ponerle ni una pega.
La trama es entretenida, divertidísima y está llena de giros sorprendentes. Con los giros no necesariamente me refiero a los típicos sucesos inesperados de trama, sino también a salidas ocurrentes de los personajes.
Porque los personajes... difícilmente podrían ser más fenomenales.
Empezando por el gallo Casildo. Tan elegante, tan hermoso a pesar de no ser ya un gallito joven, tan aparentemente decidido e independiente. Pero a la vez tan temeroso y vulnerable. Debatiéndose todo el tiempo entre lo que quiere hacer y lo que cree que debe hacer. Tratando de proyectar una imagen de aplomo, mientras por dentro no es más que un trozo de pan.
Y las Wonderful. ¡Ay, las Wonderful! ¡Menuda pandilla! Son un quinteto de tortugas que se conocen del hogar del jubilado. Cada una de ellas tiene su personalidad, su historia, pero todas tienen en común un corazón inmenso que a duras penas les cabe en el caparazón y una visión de la vida envidiable. Tienen un montón de cosas buenas, pero mi parte favorita ha sido que no saben lo que es el rencor ni la presión por cumplir las expectativas de los demás.
La mezcla de estos protagonistas es una bomba de ternura y humor, pues chocan sin darse cuenta, creando situaciones ante las que es imposible no reírse o al menos sonreír, mientras al mismo tiempo van creando en el lector una sensación de bienestar.
Por cierto, también me he enamorado de las ilustraciones. Dar esa expresividad a animales me parece complicadísimo y Anna Baquero no solo ha conseguido plasmar a los personajes con todos sus detalles para hacerlos únicos y perfectamente reconocibles, sino que además en sus rostros se ve lo que están sintiendo en cada escena de las que aparecen ilustradas. El estilo del dibujo acompaña muy bien al estilo de la narración, con ese enfoque divertido y entrañable al mismo tiempo. ¡Me encantan!
No sé qué más puedo decir.
Sé tortuga ha sido una lectura divertidísima y entrañable. Puedo decir, sin titubear, que la he disfrutado de principio a fin y que los personajes se van a quedar conmigo durante muchísimo tiempo. Y, si alguna vez los olvido, siempre estaré encantada de regresar al Rincón del Caparazón para volver a pasar tiempo con ellos.