Se vende bebé

Volvemos a la esclavitud, si a esa esclavitud de la época de Kuntakinte, en la que las personas eran vendidas a señores para que les sirvieran de algo, para trabajar en el campo, para servir, para hacer de chófer o de ama de llaves, y volvemos a la esclavitud en pleno siglo XXI, mientras las voces de los animalistas se alzan para que se extinga la explotación de lo perros de raza que son sometidos a innumerables embarazos y partos para comerciar con ellos, una parte de nuestra sociedad pretende convertir a la mujer en una simple “perrita con pedigrí” capaz de generar ingresos vendiendo el fruto de su vientre.

Todo vale por tener un hijo y por que las nuevas familias tengan descendencia que de forma natural no podrían tener, y además ya el mundo del artisteo nos muestra a famosos importantes que optaron por la opción del vientre de alquiler para lograr su paternidad sin necesidad de figura materna, a lo Juan Palomo, yo me lo guiso y yo me lo como.

Mientras las voces se alzan en hablar del gran trauma que supone para una pequeña perrita Yorkie perder a su camada que le es arrebatada por el vil metal, otras, en muchos casos las mismas, se alzan en defender el vientre de alquiler y en querer ir contra natura.

¿Y la adopción? ¿Qué ocurre con ella? ¿No sería más fácil querer a un niño ya nacido y sacarlo de la frialdad de una institución? ¿Dónde queda la acogida a menores? Pero claro, lo fácil es comprarnos un niño a medida, y por supuesto con garantía de devolución porque si no nace perfecto y tal y como esperábamos, siempre nos queda la opción de que ese pequeño que vino al mundo como una transacción económica encontrará un huequito en una institución que no pone pegas y ha de hacerse cargo.

Casos de estos conocemos muchos, como aquella madre de alquiler que tuvo un gemelo con Síndrome de Down y solo se llevaron los padres compradores al bebé sano, sin importar que esa pequeña personita era un ser humano necesitado de amor y deseando darlo a quienes le rodean.

Cada día pienso que soy más carca, pero este rumbo no me gusta nada, porque mucho se luchó para abolir la esclavitud, muchos titulares se han dedicado a luchar contra una prostitución que degrada a la mujer y la hace esclava de las mafias y proxenetas para ahora colgarnos una nueva degradación más, el ser un simple cuerpo convertido en fábrica de crear personas para ser vendidas.

Espero que esta sociedad no permita esta aberración y rechace esta nueva forma de esclavitud que poco a poco va ganando adeptos en esta sociedad virtual del Siglo XXI.

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