Como decía la vieja canción quince años no son nada, o ¿quizá sí? Para salir de dudas, Second ha decidido recordarnos a todos su aventura musical en ese período de tiempo; y lo han hecho de la mejor forma posible, disfrazados bajo las notas de sus canciones, que comenzaron en un lejano 1997 bajo la batuta de Sean Frutos (vocalista) y Jorge Guirao (guitarra), a los que más tarde se unirían el resto del grupo: Nando Robles (bajista), Fran Guirao (batería) y Javi Vox (guitarra/teclados).
Desde entonces, las señas de identidad de este grupo murciano han sido siempre las mismas, porque su objetivo no ha sido otro que el de transitar por la senda de los soñadores, un lugar mágico repleto de sonidos que siempre buscan la verdad del instante de una forma sencilla, sin necesidad de despistarnos con falsos artilugios. Si todos sus seguidores corean ya sin dificultad los últimos éxitos de sus dos últimos discos, Demasiados Soñadores y Fracciones de un Segundo, no es menos cierto que adentrarse en esa otra aventura que es escuchar sus tres primeros trabajos, es hacerlo en el interior más profundo de una intrahistoria muy rica en matices, que con el paso del tiempo, se nos antojan cada vez mejores. Sólo hace falta detenerse en canciones como Watching the moon de su primer disco Private Life para darnos cuenta que nos encontramos ante cinco generosos músicos que tienen la necesidad de transmitirnos sensaciones, imágenes y sentimientos con los que alimentar a nuestro imaginario colectivo, que en un mágico viaje, se funde con una de las épocas más fructíferas de la música popular, porque por sus notas encontramos la esencia de los mejores The Smith, The Cure, y otros tantos, que hicieron de la música pop algo grande, y que en su segundo trabajo alcanza cotas altísimas en temas como Differente Levels, Living in London, Sweet Caffeine o Great Failures. Unos pasos en el mundo de la música, que les llevaron con toda justicia hasta lo más alto, con su triunfo en la Final Mundial de los GBOB Awards, que desgraciadamente se convirtió en un falso espejismo de lo que en verdad debería haber sido ese galardón.
Pero Second no desesperó, y continuó componiendo buenas canciones, que como una premonición, recogieron bajo el nombre Invisible (se escribe igual en inglés que en español, aunque no se pronuncia exactamente igual), y en ese nuevo tramo del camino, sus temas se tornan más cálidos, como su tierra mediterránea, y esta vez sí, el castellano comienza a hacer su aparición en las letras de sus canciones, aunque Invisible, Her Dairy o On an Island siguen teniendo ese duende oscuro y anglosajón que tan bien han sabido atesorar Second, como si se hubiesen postulado como los mejores guardianes de un tesoro que nunca deba desaparecer o perderse. Pero en esta ocasión, también nos encontramos con esos otros ritmos que poco a poco se van abriendo camino en su música, y canciones como Algo, Nada te dirige o Tu inocencia intacta son el anticipo de lo que será su gran irrupción en el panorama musical español con su álbum Fracciones de un Segundo y su hit Rincón Exquisito, un tema rabiosamente pop, que tiene la característica de atraparte desde la primera nota. Pero lo mejor de este disco no es sólo este tema, sino el compendio de grandes canciones que se reúnen en el mismo, como Palabras, su archiconocida Rodamos con la que acostumbran a terminar sus conciertos, y que a su vez, se funden con total naturalidad con la densidad sonora de Más Suerte, como ejemplo de esa otra forma de ver la música que tiene Second, lo que los convierte en exploradores de sonidos al alcance de muy pocos y les lleva a estar nominados como mejor grupo nuevo y mejor videoclip en los Premios 40 Principales. Un disco, que entre otras muchas cosas, nos dejó el gran sabor de boca de su concierto final de gira en la Sala Joy Eslava del 22 de abril de 2010.
La carretera y la furgoneta como compañeras inseparables de su deambular por el mundo de la música, se convirtieron en protagonistas de su último trabajo Demasiado Soñadores, porque el mismo nació entre concierto y concierto, festival y festival en un proceso febril y creativo que les llevó a repetir hasta el infinito la grabación de alguna de las canciones, y que de la mano de Raúl de Lara (el conocido como sexto Second), recupera la garra de sus inicios, con sonidos más contundentes y guitarreros, como señas de identidad una vez más de la fuerza y el empuje de este grupo murciano. Demasiado soñadores atesora una selección de canciones destinadas a quedarse en lo más profundo de nuestra memoria, que se inician con una enigmática y arrebatadora N.A.D.A., pero siendo esta una gran canción, no podemos olvidarnos de esas otras que no se quedan atrás, como Muérdeme, Mañana, Autodestructivos o Psicopático… que les ha llevado a ganar el Premio Pop-Eye 2011 al Mejor Artista Nacional y al Mejor Videoclip por Muérdeme.
Todas ellas ahora se funden en un nuevo salto al vacío en forma de disco en directo (un disco que se comporta como un gesto más de esta senda de los soñadores por donde Second nos invita a transitar cada día), con el que Sean, Jorge, Nando, Fran y Javi, les quieren dar las gracias a todos sus seguidores y amantes de la buena música, porque como decía la vieja canción, quince años no son nada, o ¿quizá sí?
Ángel Silvelo Gabriel, diciembre de 2011, Madrid.