Esta es la última reseña con la que participo en la quincena erótica, esperaba que me diera tiempo a leer otro libro pero por problemas de distribución no me ha llegado todavía y ha entrado un libro de otro genero en mi plan lector y después de haberlo terminado ya aviso que no me arrepiento para nada.
Me acerqué a este libro buscando algo distinto, y es que cuando una novela triunfa le salen miles de imitadoras, y no me sabría mal si el resultado no fuera que todas están más o menos cortadas con el mismo patrón sin apenas diferencias entre ellas. Al final he terminado harta de protagonistas con pasados tormentosos, tremendamente ricos, guapos y dominantes. Y en ese sentido esta novela ha constituido un soplo de aire fresco, pero también tengo que reconocer que yo no la encuadraría dentro de la novela erótica, porque no voy a negar que haya sexo, que lo hay, pero el lenguaje que utiliza es tan light, que podría pasar por una novela subidita de tono, pero tampoco es romántica... Así que para no marear la perdiz la dejamos en erótica light y punto.
Adelanto que el libro me ha gustado, que su protagonista me ha cautivado, pero que me ha molestado terriblemente enterarme de que tengo entre manos otra trilogía. ¿Qué pasa con los autores, ya no saben escribir libros concluyentes? ¿Sin saber si van a tener éxito o no, ya plantean varios libros? Pues parece que se ha convertido en una moda, que en el caso de la erótica cada vez comprendo menos.
La autor@:
Poca es la información que circula por la red, y en las solapas interiores del libro solo informa de que se trata del seudónimo de una de las novelistas y productoras de televisión estrella en Canadá. Pululando por las múltiples reseñas que se han publicado en estos días, he descubierto que detrás de este seudónimo se esconde Lisa Gabriel.
Argumento
Cassie Robichaud es una joven camarera, viuda, que vive una existencia rutinaria y gris. Una mujer que se ha resignado a ver terminada su vida sexual, antes de haber empezado siquiera a disfrutarla. Su trabajo le permite observar a los clientes de la cafetería, y se queda prendada de una pareja que lleva su relación de una forma elegante.
Un libreta olvidada por la mujer a la que observa le abre los ojos a un mundo desconocido, a una sociedad secreta que pretende la realización de la mujer a través de su liberación sexual. Tras un tenso tira y afloja consigo misma, decide aceptar participar en S.E.C.R.E.T. un acrónimo tras el que se esconde como deben ser las diez fantasías que pueden disfrutar las mujeres que se acogen a él.
Segura. La fantasía no debe suponer ningún riesgo para la participante.
Erótica. Tiene que ser de naturaleza sexual y no una simple imaginación platónica.
Cautivadora. Debe despertar en ella un auténtico deseo de hacerla realidad.
Romántica. La hará sentirse deseada
Eufórica. Experimentará alegría y felicidad en el acto sexual
Transformadora. Y la vivencia provocará un cambio fundamental en su vida
La experiencia la cambiará, su vida será más plena, y se dará cuenta de lo mucho que se ha negado toda su vida, y el final seguro que te sorprende.
Impresiones
Si buenas eran las criticas que leía sobre la novela, lo que me impulsó definitivamente a acercarme a ella fue su grosor, es una novela corta, que en el caso de disponer de toda una tarde por delante vuela. Sin embargo hace tanto tiempo que esa posibilidad se me niega, que he tenido que ir disfrutándola poco a poco, unos días más y otros menos, pero deseaba disponer de unos minutos para compartirlos con Cassie, para ver sus avances, para sentir que es posible revivir cuando ya has renunciado a algo.
Como viene siendo habitual en las novelas eróticas que leo últimamente, está narrada en primera persona, por su protagonista, lo cual nos da una visión más intimista. Ella a través de una narración que no siempre es lineal y está plagada de flash back, nos va contando como es su rutinaria vida, como ha sido antes, como se ha sentido con su ex marido, como le ha ido quebrando una a una todas las fantasías que hubiera podido tener en el plano sexual, pero si analizamos bien, podríamos decir que le rompía todas las ilusiones, como si al tener a su lado a una mujer sometida a sus deseos pudiera ahuyentar el peligro de que se marchara con otro.
La vida de Cassie no fue fácil ni en su infancia, ni en su juventud y mucho menos en su matrimonio, Scott bebía demasiado, la anulaba como persona y llegó a ponerle la mano encima, sacó fuerzas para separarse y un año después se quedó viuda. Desde entonces la voz de su conciencia le tomo el relevo a Scott para seguir minando su autoestima, a esa voz la denomina 5 años y es destructiva como pocas cosas en esta vida.
Me ha gustado la novela porque parte de una persona normal, con aspiraciones normales y en un ambiente que se puede considerar normal y digo esto porque Cassie podríamos ser cualquiera de nosotros, cualquiera que quiera sentirse vivo, querido, deseado. Y el ambiente en el que transcurre es un barrio de clase media baja, con problemas de liquidez porque el Katrina terminó con muchas esperanzas.
Otro punto a favor es la ambientación espacial, la acción, o la narración ya no se sitúa en Nueva York, en este caso nos trasladamos a Nueva Orleans, unos años después de que el Katrina lo arrasara, con las gentes intentando reconstruir sus edificios y sus día a día. Nos encontramos ante personas con las que podemos empatizar, reír, llorar que viven situaciones que nos son conocidas y no las tenemos que imaginar como en el caso de los supermillonarios.
Sin embargo si acertada ha estado en la elección de la protagonista, yo diría que en el caso de los personajes masculinos ha caído en todos los tópicos, todos ellos son guapos, unos altos, otros más bajos, pero todos con pinta de modelazos, ¿es que un feo no sabe besar, ni darle placer a una mujer? Por lo menos no todos eran millonarios, para que así las que no somos una belleza podamos aspirar a encontrar un hombre cañón en nuestras vidas, aunque no tenga un duro.
Personajes.
Al estar narrado en primera persona nos encontramos ante una visión parcial de ellos. La autora caracteriza perfectamente a Cassie, de ella sabremos como viste, que come, que vida lleva, y a cual aspira, cuales son sus sueños, por quien bebe los vientos y que es atractiva. Sin embargo de los hombres conocemos simples pinceladas y no de todos, generalmente de su físico. Y es comprensible porque Cassie mantiene relaciones sin amor, basadas únicamente en el sexo. Y aunque hay un personaje masculino que tiene más peso, tampoco terminamos de conocerlo, y mucho menos de entenderlo.
Cassie: Una joven viuda de 35 años que se lanza a la piscina de hacer realidad sus fantasías sexuales. La progresión es visible y palpable, y sobre todo progresiva y creíble. Y supongo que más de un lector o lectora habrá pensado si no es posible que le pueda ocurrir lo mismo... Quizás lo mejor de todo sea el final, abierto, para enlazar con otra novela, en la que imagino que seguirá siendo protagonista indiscutible, porque ha cerrado su decisión en falso.
Matilda: Es digamos su madrina dentro de S.E.C.R.E.T. la mujer que la va guiando, y aconsejando, su paño de lágrimas en algunos momentos. De ella intuimos muchas cosas y sabemos realmente muy pocas, es un personaje para mí fascinante, que me hubiera gustado que tuviera más peso si cabe.
No he podido evitar recordar a la abuela de mi marido, una mujer única yo diría que muy moderna, nos dejó hace un par de años con 101 años. Cuando fuimos a anunciarle que nos casábamos, me cogió en un aparte y me dijo que una mujer debe ser para su marido un compendio de cosas, buena cocinara, buena administradora de la casa y sobre todo un poco puta en la cama, que no me olvidara que lo que yo le negara lo terminaría buscando fuera de casa.
Supongo que muchos podréis imaginar mi cara, primero porque la señora en cuestión estaba cerca de los noventa años, segundo porque yo había recibido una educación religiosa, estudié en un colegio de monjas, para las que todo era pecado, mi abuela más joven que la de mi marido veía el infierno en la practica del sexo sin miras conceptoras. En fin que me chocó un poco, porque ni siquiera mi suegra pensaba igual que ella. Con los años me he dado cuenta que no se puede rechazar algo sin haberlo probado y con quién mejor que con tu pareja.
Tracina: Camarera como Cassie y la mujer desenvuelta que a ella le gustaría ser salvando las distancias. Nos la presenta como una mujer atractiva, segura de si misma, aunque si la evolución de Cassie a lo largo de la novela es positiva, creo que la de esta mujer es más bien negativa, al principio empatizas con ella para después cambiar de opinión con respecto a ella, al menos a mi si me ha sucedido.
Will Foret: es el único personaje masculino que tiene algo de relevancia. Es el jefe de Cassie y de Tracina, dirige una cafetería que pretende convetir en restaurante y que ha conocido mejores días. Tiene una relación con Cassie muy cercana, pero que se limita al campo de la amistad por deseo de esta. Y mantiene una relación sentimental con Tracina. Sin llegar a ser un bellezon es un hombre atractivo que puede competir en igualdad de condiciones con los hombres con quien Cassie va cumpliendo sus fantasías.
Y aquí cierro este apartado, porque personajes hay muchos más pero no son más que meros comparsas necesarios para el desarrollo de la acción, que están a penas esbozados.
Conforme se van desarrollando las fantasías que son de lo más corriente, no se mete en el campo del sado, ni del bondage, como bien he dicho antes son cosas bastante normales hoy en día, y contadas con una delicadeza extrema, hasta el punto de que a veces suena un poco como artificial tanta contención en medio del fuego de la pasión, o del orgasmo, vamos viendo como Cassie va cambiando, como la tímida camarera se suelta la melena, a veces incluso demasiado. El club tiene unas normas férreas que ella transgrede en infinidad de ocasiones, y sin embargo tan solo recibe amonestación verbal de su guía y consejos para terminar las pruebas.
Nueve son las fantasias que transcurren a lo lardo de un año, la décima será la que decida si sigue en la sociedad o toma un rumbo diferente una vez liberada sexualmente. Ahí es donde la autora aprovecha para sorprendernos, porque la novela había tomado un giro que a mí particularmente no me gustaba nada, porque toda la credibilidad se me esfumaba como la espuma. Sin embargo cuando ya damos por sentado el final porque nos lo ha adelantado la protagonista, la autora introduce un giro que hace que la protagonista tome una decisión que a mi entender deja abierta la puerta a la segunda parte, porque la toma influenciada por los acontecimientos, no por convicción.
Conclusión
Nos encontramos con una novela novedosa dentro de la erótica actual, sus personajes son personas de carne y hueso que podemos aprehender, que tienen preocupaciones económicas, a las que se les rompe el corazón, y tienen miedo al ridículo, personas que necesitan trabajar para comer y que tienen problemas de autoestima, que bien pueden ser curados con la terapia adecuada.
Empatizar con Cassie es fácil porque es una mujer entrañable, aunque a veces también la zarandearías para que admitiera sus sentimientos. Es una mujer valiente que reconoce que tiene un problema y se ase a la cuerda que le dan para su salvación.
De la misma manera hay personajes que nos caerán un poquito mal, o muy mal, personajes con los que no seremos capaces de empatizar, que nos mostraran la verdadera cara que esconden tras la mascara. Y si los personajes son importantes, también lo es el lugar donde transcurre la acción, una ciudad devastada por un huracán que lucha por salir a flote y volver a brillar.
La recomiendo sobre todo para aquellas personas a las que no les apasiona el género erótico, porque está tratado con demasiada exquisitez, no se puede decir que no haya sexo, porque mentiría, pero el lenguaje que usa la autora es un 99% de los casos políticamente correcto, se ciñe a la perfección a la moral victoriana.
Como he dicho al principio doy por terminada mi participación en esta quincena, que a mi al menos se me ha hecho un poco corta.