Revista Opinión

Secretismo y encubrimiento

Publicado el 11 junio 2014 por Carlos Armando Cuervo @albinoni6

“Todas las relaciones humanas descansan en lo que saben unos de otros” Georg Simmel, El secreto y la Sociedad Secreta.

SECRETISMO Y ENCUBRIMIENTO

Obama y los padres del soldado Bergdahl

Foto web White HouseSin duda un buen motivo para alardear en muchos de nosotros.  --Conozco su secreto; me han enviado la última primicia informativa; lo supe de buena fuente; así que conozco el enigma y la respuesta. Todas estas frases retumban en nuestros cerebros a través de muchos momentos en la vida; y encierran esa curiosa condición humana de querer estar al tanto de lo que los demás guardan para sí.
Secretos de estado, de familia y de personas, forman parte de esa amalgama de contenidos que rivalizamos por conocer.  Más sin embargo ante el inmenso número de declaraciones o de hallazgos penosos e inverosímiles, conviene determinar que es el secretismo y sus utilidades.
El secretismo es la tendencia a actuar ocultamente, es un elemento de máxima utilidad para cumplir con los objetivos de injerencia política a través de todas las metodologías disponibles. Es un aliado del poder y recordemos que la política es el descubrimiento y el ejercicio del poder. El secreto potencia el ejercicio del poder incrementando su capacidad operativa.
A pesar de su pernicioso beneficio como herramienta que ayuda a perpetuar castas e intereses, hay momentos o situaciones que requieren del manejo reservado de los asuntos, como ha ocurrido recientemente en Estados Unidos en el proceso de negociaciones para obtener la libertad del soldado Bowe Bergdahl, quien se encontraba en poder del Talibán desde hace 5 años; esta gestión se realizó inclusive sin informar a los comités de las fuerzas armadas en senado y cámara de representantes, para poder proporcionar un feliz término al convenio de liberación.
Este episodio abrió de nuevo el debate en ese país de hasta donde se debe manejar el misterio y la reserva en los actos del estado o en otros casos hasta donde se puede permitir la intromisión en la privacidad y secretos de la gente, como justificación de proteger la seguridad de todos. Esta controversia sobre la injerencia en la intimidad de las personas hace rememorar las revelaciones del ex analista de seguridad Edward Snowden sobre la profunda intrusión de la Agencia de Seguridad Nacional de Estados Unidos en los correos, redes sociales y comunicaciones del público y los políticos extranjeros a través del internet, de ello se comprende el porqué de la preocupación de muchos por el dañino manejo del secretismo de estado y de los excesos del mismo, como lo reafirman las operaciones de la NSA.
El sociólogo argentino Sergio Labourde establece que el secreto es parte intrínseca de la vida y del comportamiento social del hombre y no es necesariamente el lado impuro de la moral y la ética. Georg Simmel nos evoca que hasta entre las parejas que constituyen matrimonios sobreviven secretos y concluye que muchos enlaces nupciales perecen por esta falta de discreción mutua.  Michael Focault define “para el poder, el secreto no pertenece al orden del abuso; y es indispensable para su funcionamiento”.  Esta última premisa ayuda a establecer que hay secretos que deben subsistir perennemente ocultos y otros que deben ver la luz, la agudeza radicará en saber evaluar cuales se perpetuaran velados y cuáles serán informados.
Una conclusión que obtengo de esta exposición de motivos, es que resulta comprensible la razón por la que el famoso hacker presuntamente realizaba espionaje a las conversaciones de paz de la Habana para mantener informado al grupo político en el que militaba, por lo fundamental que resulta conocer los movimientos del rival; o también se deducen los motivos del misterio y del silencio mediático que el gobierno Santos ha impuesto sobre el proceso, pues precisamente ha sido el uso indiscriminado y descontextualizado de algunas informaciones el mayor enemigo de la causa. También puedo deducir que entre las informaciones reservadas al público, subsisten numerosas violaciones a los derechos humanos, que muchos regímenes en el mundo han estilado practicar.
En síntesis el secreto es una herramienta antigua como el poder y la sociedad humana que se usa para bien y para mal; está asociada a la política que es la que administra las relaciones de poder entre los estamentos sociales. Y ante ello no podemos sorprendernos de los descubrimientos inmorales o bochornosos y de los misterios que se revelen por las luchas entre las facciones políticas; como lo evidencia la actual campaña política de Colombia o cientos de episodios semejantes en diferentes puntos de la geografía mundial.

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