Cassini también investigó la magnetosfera de Saturno: el escudo que se forma alrededor de los planetas cuando el viento solar interactúa con el campo magnético planetario.
Antes de la misión de Cassini, se pensaba que la magnetosfera de Saturno estaría dominada por el nitrógeno que se desprende de su luna Titán. Sin embargo, las observaciones de la nave espacial mostraron que está dominada por el agua, parte de la cual procede de los penachos de vapor de agua que disparan los géiseres de la superficie de la luna Encelado.
Este mosaico de Saturno, sus anillos y su entorno fue tomado por Cassini, vemos brillar con luz difusa los pequeños granos de polvo. El sol está oculto tras el planeta en esta geometría inusual. Crédito: NASA / JPL / CICLOPS
"La gran noticia es que el entorno espacial de Saturno es como nadar en el agua", explicó Tamas Gombosi, un científico de Cassini en la Universidad de Michigan en Ann Arbor.
"Cassini descubrió que "Encelado produce alrededor de 100 kg de vapor de agua por segundo," explicó Gombosi.
Cassini también ha escuchado las tormentas eléctricas en Saturno, tomó también la primera película de sus auroras y observó extraño hexágono que forman de tormentas que persisten en los polos del planeta, y que los científicos todavía no han sido capaces de explicar.
La sonda también ha encontrado un enorme anillo, tan grande que abarca 12,5 veces la distancia entre la Tierra y la Luna (unos 5 millones de km) en extensión y 6 veces en grosor.
La misión de Cassini ha sido extendida hasta el 2017, Que será más del doble del tiempo de lo que la nave espacial ha esta explorando el gigante anillado hasta ahora.
Cuzzi y Gombosi tienen la esperanza de que las subsecuentes observaciones de Cassini ayuden a los científicos a responder algunas de las muchas preguntas de Saturno que siguen en el aire, muchas de las cuales fueron planteadas a raíz de las observaciones de Cassini.
Particularmente interesante es la posibilidad de observar el progreso de Saturno a través de otra estación (el año de Saturno es de 30 años) y observar los cambios que ocurren en los anillos, en el propio planeta, así como en sus lunas.
"Mientras la nave se mantiene con buena salud, tenemos un montón de cosas que podemos hacer para seguir estudiando este sistema realmente interesantes y ver qué el cambia", concluyó Cuzzi.
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Publicado en Odisea cósmica¡Suscríbete Ya!