Vivimos un auge del tráfico aéreo mayor al de cualquier momento de la historia de esa relativamente joven industria. Con un número creciente de operadores y cada vez más diversas formas de comprar y pagar pasajes, Subirse a un avión hace ya tiempo que dejó de ser un lujo al alcance exclusivo de las personas más acaudaladas.
1. No a los vales
