
aunque no nos levantemos de la butaca, es ese impulso que, en ocasiones, nos hace ser unos kamikafres. George Miller parece haberse redimido con Fury Road, como si las tres anteriores fuesen un aprendizaje y este su producto final. Es extremadamente complicado hacer de una única persecución por el desierto, una película de dos horas. Y Miller lo consigue gracias a unos buenos efectos especiales, una banda sonora magnífica y un guitarrista que lo da todo.
Max no es el protagonista, de hecho, Hardy debe tener unas diez líneas de diálogo, pero si tiene un trabajo corporal y expresivo muy propio de Tom Hardy. Es un actor que dice mucho más con su cuerpo que con sus diálogos: cada movimiento de ceja, mirada o mueca tiene una intención, en todas sus películas. Mi única pega, su doblaje al español, quizás acostumbrada a escuchar su voz original o encandilada por su voz española de Bane (Pere Arquillué).
La protagonista indiscutible es Charlize Theron, esa Imperator Furiosa que se sobra y se


Mención aparte merece Nicholas Hoult, el cual ha demostrado, sobradamente, que puede hacer todo lo que le echen. Junto con las interpretaciones, una fotografía espléndida (John Seale) y una banda sonora (Junkie XL) que aumenta la tensión en las escenas de acción y respalda los diálogos en los momentos profundos. ¿Por qué la recomiendo?: es una fantástica película de acción, pero que plantea un debate sobre la humanidad, más que interesante. Las interpretaciones no hacen más que coronar una buena película.La mejor escena: Imperator Furiosa pierde la esperanza. La fotografía, la música y la inmensa Charlize Theron lo son todo. Y hasta aquí puedo leer.

