Cuatro años de risas, de confidencias personales a través de la gastronomía. Cuatro años compartidos con desconocidos en redes sociales, con cocineros y equipos de sala, con otros locos como yo que escriben un blog y con amigos que he ido conociendo por el camino. Cuando empecé no veía el final, todo me emocionaba y motivaba, todo me parecía nuevo y por descubrir, y tenía claro que el día que no supiese cómo seguir, me daría un respiro.
Y ese día ha llegado. Quise escribir este
Sé que me entendéis, que me animáis, y que me apoyáis, como siempre lo habéis hecho cuando he soltado alguna bomba en forma de artículo. Sé que me guardáis el secreto en el anonimato, que algunos me reñiréis por abandonar y que otros compartís este sentimiento.
Han pasado muchas cosas en estos 4 años: empezó con un desplante de un tío llamado J (que por cierto, le vi la semana pasada, y chica, de verdad, yo estoy mil veces mejor jajaja); y cambié por otro J maravilloso que sigue a mi lado; sigo con las dos amigas del alma que me dieron alas para empezar y que desde hace un mes saben que voy a parar (y que se llevaron disgusto por cierto); sigo siendo una apasionada del buen comer, de los gintonics y de las conversaciones con amigos. Sigo igual, peor 4 años mayor (un drama esto de los 31). En fin, que GRACIAS, que espero que os haya gustado este pequeño proyecto hecho desde el alma, sin más finalidad que la de entretener y de aportar una visión de una bilbaína enamorada de su ciudad y del marketing.
Ay, ya no sé ni que decir, solo, que nunca diré adiós. Hasta pronto queridos vecinos.
Carolina Bilbao, Blackie.
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Since december 2011.