Un año después de iniciarse el proyecto, la Cnsellería de Medi Ambient de la Generalitat Valenciana (Consejería de Medio Ambiente de la Generalidad Valenciana) concluye que el plan de actuación llevado a cabo el pasado año en el Parque Natural de la Sierra de Espadán dirigido a la protección de los Anfibios autóctonos mediante la restauración de diversas infraestructuras civiles de regadío de las cuales han hecho su hábitat las especies que se quieren proteger ha sido un éxito rotundo, por lo que a lo largo de la próxima campaña será extendido el proyecto a otras zonas protegidas del territorio valenciano.
Los lectores más asiduos de El Espejo de la ciencia son sabedores de las medidas tomadas en 2.009 en relación al referido plan de protección gracias al seguimiento realizado en este Blog y con seguridad recordarán la parcialidad del éxito obtenido por las labores de restauración de algunas de las balsas intervenidas a causa de la pérdida ocasionada en cierta masa de agua ubicada en “La Solana” del municipio de Alcudia de Veo. Con el plan original puesto en marcha y el recuerdo de la verdadera situación, prestamos ahora atención a la segunda parte del proyecto.
Tras la Sierra de Espadán, será el Parque Natural de la Sierra de Irta, ubicado en la misma provincia española de Castellón el que vea intervenidas sus infraestructuras hidrográficas medievales de origen Árabe y Musulmán. La Consellería de Medi Ambient ha seleccionado tres puntos de retención se agua ubicados en los municipios de Alcocebre y Peñíscola, ambos dedicados ampliamente al sector turístico por el gran valor ecológico de su territorio y el acondicionamiento de importantes áreas de esparcimiento en plena naturaleza.
En este espacio protegido habitan cinco de las ocho especies de Anfibios conocidos en la Comunidad Valenciana; estas especies son Pleurodeles waltl, más conocido como Gallipato, Bufo bufo o Sapo común, Epidalea calamita, popularmente conocido como Sapo corredor, Pelobates cultripes o Sapo de espuelas y Pelophylax perezi o Rana común. Todos ellos son importantes en sus respectivos nichos ecológicos y suponen un beneficio directo tanto para el ecosistema como para los intereses humanos al contribuir al control de plagas.
Los enclaves seleccionados para ser restaurados son el “El más del senyor” y “El pou del moro” en Peñíscola, ambos dotados de un embalse de agua para el regadío y un pozo; además el primero cuenta con un manantial y el segundo con un Cocó, es decir, con una excavación artificial sobre roca ideada para la acumulación de agua de lluvia. También el “Bassot” de Alcocebre, ubicado en las inmediaciones de la ermita de Santa Lucía será restaurado. Las tres infraestructuras suponen en la actualidad un ecosistema de vital importancia para la Fauna autóctona y en ella se manifiestan multitud de especies de Flora y Fauna incluyendo los citados Anfibios. Fuera de este programa quedan gran número de balsas y otras estructuras hídricas que pese a su gran valor ecológico actual no han sido propuestas por la Generalitat para su restauración dado su buen estado de conservación.
Desde hace varios meses, los Técnicos de Medio Ambiente han muestreado cada quince días tanto las zonas a intervenir como las reconocibles como de especial interés con el fin de recabar información acerca de las poblaciones existentes y su tasa de procreación; haciendo recuento de ejemplares adultos, larvas y huevos depositados en el entorno; este trabajo seguirá realizándose durante gran parte del año, elaborando así un meticuloso estudio sobre la salud poblacional de las diferentes especies. Los Anuros son claros indicadores del deterioro ambiental y del renombrado cambio climático, por lo que resulta ampliamente interesante este complejo estudio.
Tengo puesta mi esperanza en que esta vez el proyecto llegue a buen término y logre obtener un mejor hábitat para los Anfibios de la Sierra de Irta, culminando así su objetivo.