Aunque la floración del romero suele anunciar la llegada de la primavera, estos arbustos medicinales a veces también florecen durante el otoño si, como en este año, el frío se hace esperar. El caso es que, ya con los azafranes marchitos, pocos meses de noviembre se han visto tan floridas las laderas de nuestro ecosistema. Además, como las heladas apenas han diezmado a los insectos, los polinizadores del romero se afanan sin cesar en las flores violetas - sobre todo se ven abejas melíferas y mariposas tardías como la cosmopolita cardera (Vanessa cardui), la amarilla (Colias croceus), la blanquiverdosa (Pontia daplidice)...
Como ocurre en muchas plantas, las flores del romero son hermafroditas, pero la parte masculina madura antes que la femenina, en lo que se denomina proterandria. Esto se puede apreciar en las flores: primero el estigma aparece extendido (1), inmaduro, y en pocos días, al madurar y por tanto volverse receptivo al polen, se arquea, bajando hacia los estambres (2), cuyo polen, para entonces, seguramente ya habrá sido transportado por los insectos hacia otras flores. De este modo el romero dificulta el que sus flores se fecunden a sí mismas, lo cual disminuiría la variabilidad genética de las semillas, y por tanto de la descendencia, con lo que los futuros romeros serían quizás más vulnerables frente a cambios ambientales. Es fácil de entender: si cada flor se fecundara a sí misma, los genes de las semillas resultantes no serían la mezcla potencialmente ventajosa de los de dos romeros distintos, sino el barajado más o menos repetitivo de los genes de un solo romero, sin opción a generar nuevas combinaciones genéticas quizá más favorables que las de los progenitores.
¿Es esta la ventaja clave que explica la evolución de la reproducción sexual y su mantenimiento? Podría ser, como ya notó Darwin, porque la cantidad de estrategias que utilizan las plantas para evitar la autopolinización cuadra mucho con esta idea. Pero las ventajas e inconvenientes de la polinización cruzada en relación con la autofecundación pueden complicarse mucho más, como veremos con el caso del tomillo... en una próxima entrada.
Más sobre estrategias reproductivas de plantas: Herrera (2000).