Segunda ración de Kryptonita

(Foto: Kevin C. Cox/NBAE/Getty Images)

ORLANDO MAGIC 92 - 95 BOSTON CELTICS
Muchos de los que pensaban que Orlando iba a llevarse esta serie deben estar arrepintiéndose de haber apostado en contra de los Boston Celtics. Por segundo partido consecutivo, los de Doc Rivers dieron una exhibición defensiva ante el que era el equipo más en forma hasta el momento. Si en el primer partido consiguieron desactivar a Dwight Howard gracias a una agresiva defensa de sus jugadores interiores, anoche Superman estuvo a su mejor nivel ofensivo (30 puntos y 8 rebotes), pero los Celtics anularon al resto de jugadores importantes de los de Florida.
Entre Jameer Nelson y Rashard Lewis se quedaron en 14 puntos con una serie de 6 de 18 en tiros de campo (2 de 8 en triples), gracias a la defensa de Rajon Rondo (que además se fue a los 25 puntos y 8 asistencias) y Kevin Garnett, respectivamente. Así, los únicos que acompañaron a Howard en la responsabilidad ofensiva fueron Vince Carter (16 puntos aunque 5 de 15 en tiros) y J.J. Redick, autor de otros 16 tantos. Como sucediera en el encuentro inaugural, el partido se decidió en el tercer cuarto, momento en el que los Celtics "secaron" a su rival y lo mantuvieron muchos minutos sin anotar una canasta. Después, en un final igualado, decidió el temple de los visitantes y un soberbio Paul Pierce (28 puntos), autor de algunos puntos decisivos. En Orlando empezaron a mostrarse los primeros síntomas de ansiedad, con Carter fallando dos tiros libres en los últimos segundos y con el runrun de una grada que ya le ve las orejas al lobo.
Muy pocos esperaban un 0-2 a estas alturas de la eliminatoria, pero el marcador no puede ser más justo visto lo visto en los dos encuentros. Boston es un equipo con mayúsculas, solidario e intenso durante los 48 minutos. Orlando parece estar acusando el síndrome del favorito, y tal vez haya subestimado a los veteranos Celtics. Ahora, la serie se traslada a Massachusetts, donde los Magic están obligados a ganar al menos un partido para seguir con vida. El tercer partido será decisivo para comprobar hacia donde se decanta esta eliminatoria.