¡¡Muy buenas!! Este es el relato ganador del SEGUNDO premio del 1º Concurso del blog.
La autora es
Airi OnlyWords, una chica muy agradable que, aunque conozco desde hace poco, me dio una grata sorpresa con este precioso relato.Espero que os guste, porque es fantástico. ¡¡Nos leemos!!LIGADOS A LA NAVIDAD- Mamá-le susurró la pequeña niña al oído, muy bajito, como si creyese que por alzar el tono de voz iba a difuminarse-, cuéntame otra vez ese cuento.- ¿Otra vez? -pero sabía que no podía decirle que no-.Bueno, está bien, acurrúcate aquí conmigo-la miró y le sonrió, nunca se cansaría de ver a su pequeña tan feliz-.Hace mucho tiempo, había una chica, Marina, su cabello era rubio, y tenía unos labios tan rojos como su corazón-se paró y prosiguió-. Y muy cerca de ella vivía Luke, el chico de sus sueños, pero ella no lo sabía.-¿No lo sabía?-preguntó extrañada.-No, desconocía su existencia, pero sus destinos estaban unidos, al final se encontrarían.-¿Y lo hicieron?-Sí, pero tardaron días, meses, años. Mañanas que pudieron haber sido noches. Uno salía cuando otro entraba. Hasta que al fin, coincidieron. Se tropezaron. De todas las formas posibles de conocerse, solo hizo falta un choque para que sus vidas quedaran ligadas. -¿Cómo las ligas de los zapatos?-Umm…más o menos-se rio-, quedaron unidos por un nudo, uno tan fuerte, que ni siquiera ellos mismos podían desatar. Una mirada y todo cambió, sus mundos colisionaron de la forma más maravillosa que te puedas imaginar. ¿Y te acuerdas cuando se conocieron?-En invierno, en Navidad, cuando todo es posible-y al decir estas palabras se acordó, y empezó a llorar-, como…co…mo… este sueño.-Mi vida, no llores, acuérdate de como acaba el cuento. Ellos…-pero la niña la interrumpió.-…se separaron por el tiempo, las circunstancias, la vida. Se desvanecieron, pero ese nudo siempre los mantuvo unidos. Aunque no se pudieran ver, el construiría puentes para llegar hasta ella, y ella le dibujaría en sus pensamientos. Puede que una gran distancia los separará, pero seguían unidos más allá de todo. En sus corazones, siempre habría un hueco para el otro. Siempre.-Exacto-le contestó la madre, aunque intentaba reprimir las lágrimas que estaban empezando a deslizarse por su mejilla.-Pero…yo te echo de menos-y corrió a sus brazos.-Lo sé, pero acuérdate, siempre me tendrás aquí-llevó su dedo índice hacia su corazón-, siempre estaremos unidas por esa cuerda.-Te quiero…no quiero irme.-Tienes que ir-le respondió la madre-, despiértate, pero no te olvides de que siempre estaré contigo. Te veré la próxima Navidad. -Sí, la próxima Navidad. Te quiero-, y se despertó en mitad del silencio que inundaba su casa.Y como todos los años, cogió esa liga roja que siempre guardaba en su pequeño cajón, gastada por el tiempo, pero que todavía lucía tan roja como el corazón de la chica del cuento. Se dirigió hacia el salón, donde se encontraba el árbol de Navidad que había comprado su padre. Se puso de puntillas y ató esa liga a una de las pequeñas ramas.
-Siempre estarás aquí, mamá, siempre-una lágrima resbaló por su mejilla-. Te quiero.