Una boda es un acontecimiento singular en la vida de muchas personas. Se trata de momentos felices en los que queremos que todo salga perfecto. Sin embargo, conviene tener en cuenta que hay muchas cosas que pueden salir mal, y que tanto los novios como las empresas que participan en la organización de la boda pueden necesitar seguros para bodas que cubran sus necesidades.
¿Qué seguros necesitan las parejas que van a casarse?
Por una parte hay que hablar de los riesgos que corren los protagonistas de la boda. Por lo general se trata de un gasto enorme, en el que hay que tener en cuenta todo tipo de compras: restaurante, tarta, traje y vestido de boda, fotógrafo, música… Cualquier eventualidad que pueda hacer que la boda se cancele o se retrase podría suponer un duro varapalo económico para los novios, ya que en algunos casos ya habrían incurrido en los gastos.
Es por eso que se están poniendo de moda los seguros de cancelación de bodas. Se trata de un tipo de seguro que puede tener coberturas ante distintas circunstancias. Por ejemplo:
- Gastos por la anulación de la boda.
- Fallecimiento o accidente grave de uno o los dos novios.
- Gastos médicos y de hospitalización para los novios e invitados.
- Necesidad de reorganizar o retrasar la boda.
- Repatriación médica de los novios en caso de enfermedad y de que la boda se celebre en el extranjero.
- Responsabilidad civil privada para los novios y los invitados.
- Gastos de anulación de viaje de novios.
Como ves, las situaciones que pueden darse que impidan la celebración de una boda pueden ser muchas. Incluso si una pareja ya cuenta con un seguro de salud privado, aunque los gastos médicos y la hospitalización puedan estar cubiertos, el objetivo de los seguros para bodas es que se puedan cubrir también los costes de la anulación de la boda.
Estos seguros incluyen un límite en la cantidad que se puede reclamar, en caso de no poder celebrar la boda en la fecha prevista. Lógicamente hay que poder demostrar las razones que han llevado a posponer o anular la boda.
Seguros para agencias de bodas y fotógrafos
Hoy día hay cada vez más agencias de organización de bodas, o los también llamados “wedding planners”. La cantidad de servicios asociados a una boda puede ser inmensa: organización de eventos, reportaje fotográfico, grabación de vídeo, música en directo, decoración, arreglos florales, servicios de peluquería y maquillaje…
Las empresas en el sector de las bodas necesitan contar también con seguros, que les permitan prevenir los riesgos que se pueden producir durante el desarrollo de su actividad. Sin ir más lejos, las empresas adquieren una responsabilidad civil con sus clientes cuando no pueden cumplir con los servicios ofrecidos.
Sin ir más lejos, un fotógrafo puede sufrir un robo el día mismo de la boda y no poder llevar su cámara para realizar el reportaje fotográfico. Aparte de perder una herramienta de trabajo enormemente costosa, si no dispone de otra cámara podría no poder cumplir el servicio y finalmente perder el cliente, con las reclamaciones que éste pueda hacer posteriormente.
El seguro de responsabilidad civil para agencias de bodas es enormemente importante. Cualquier persona que tenga que reclamar un perjuicio relacionado con la sala de banquetes, la decoración o la organización del evento, puede acabar emprendiendo acciones judiciales contra los organizadores. Por ejemplo, si se produce la caída de un decorado o un escenario y varios invitados resultan heridos.
Las agencias de eventos para bodas que organizan bodas deben contar tanto con seguros de responsabilidad civil como también seguros de crédito, ya que si se produce una situación de impago y no pueden atender al pago de sus proveedores, puede tener serios problemas de tesorería, ya que los costes en los que se puede incurrir son considerables.
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Además de los seguros que pueda contratar posteriormente la pareja, como seguros de salud para parejas o seguros de viaje de novios, es de gran importancia que todos los que participan en la organización de este gran evento puedan tener las coberturas adecuadas.
Hablamos de celebraciones en las que por lo general hay muchos invitados, por lo que los riesgos son mayores. Cualquier circunstancia anómala puede desembocar en un accidente y que muchas personas salgan perjudicadas, por lo que los gastos pueden ser enormes.
Siempre que exista una negligencia por parte de la agencia de bodas, generalmente los perjudicados tenderán a reclamar a ésta y no a los novios y la familia organizadora de la boda, que como es lógico, también se puede sentir víctima de una mala organización en un día tan especial para ellos.
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