Para llegar a nuestra siguiente parada, Luoyang, ciudad situada al este del país que fue una de las 7 antiguas capitales de China, y cuyo nombre significa "Ciudad de las Peonias", toca pegarse un madrugón de espanto. Aún tengo grabado en mi memoria el recuerdo de la espera de pie en el aeropuerto de Beijing sobre las 6 de la mañana comiendo dos huevos cocidos y un plátano para intentar llegar a ser algo parecido a una persona. Ahora bien, merece absolutamente la pena que vayas a esta ciudad si eres de los que, como yo, ha crecido viendo "Operación Dragón", "El mono borracho en el ojo del tigre", "El luchador manco" o "El samurai negro"por citar algunas de las peliculas de actores como Bruce Lee, Jackie Chan, Jim Kelly y similares. Y es que de Luoyang partirás hacia Zhengzhou, ciudad en la que se encuentra el Templo de Shaolin.
Entrada principal al Templo de Shaolin
Figuras en relieve con posturas de Kung Fu
La emoción que sientes al ir descubriendo poco a poco la cuna del Kung Fu es indescriptible, estás en un sitio en el que solo podías soñar y del que llegaste a dudar de su existencia.
La actividad en un templo comienza con el toque de una campana y termina con el de un tambor.
El bosque de pagodas
Durante tu paseo por el Templo puede que te encuentres, como nos pasó a nosotros, con un grupo de alumnos españoles vestidos con pantalón negro y camiseta blanca que habían ido a practicar allí durante 6 meses. La vida en el templo es muy dura, y lo prueba el hecho de que muchos de los niños que son apuntados por sus padres al Monasterio son críos con fuertes problemas de salud y que, tras una estancia de años sometidos a una dura disciplina y una austera alimentación, superan sus problemas y crecen como hombres sanos. Curiosamente, el resto de alumnos que tienen los monjes suelen ser jóvenes que desean salir de allí como expertos en Kung Fu y llegar a convertirse en estrellas de cine. Hay que decir que bastantes lo consiguen, ahora mismo hay un actor chino, cuyo nombre no recuerdo, que es una estrella en su país y que pronto llegará a Occidente.
En el enlace que tienes más arriba a su web oficial puedes ver muchas fotos y hasta hacer un tour virtual, pero lo que no podrás ver y que yo te voy a regalar es un video hilarante de 6 minutos que forma parte de una exhibición final de artes marciales en la que tres personas del público subieron al escenario. Disfrutalo.
Cuando termines la visita, o durante ella, tendrás la oportunidad de comprarte armas de verdad como nunchakus, espadas o lanzas para practicar en casa. Y a unos precios increibles tras el oportuno regateo.
Al terminar la jornada e irnos al hotel que había sido terminado en 2010 (el mejor del viaje, con habitaciones enormes y comida abundante), yo decidí integrarme más en el día a día chino. Mi pierna tenía dos heridas ya de una cierta importancia y no era cuestión de poner en peligro el resto del viaje así que, acompañado por la guía local y la guía acompañante, cogí un taxi y me fui a un hospital para que me hicieran una cura. Cuando llegamos ví un hospital normal por fuera, pero por dentro... Al ¿médico? le pillamos leyendo el periódico en un cuarto descuidado a más no poder. Nos hizo pasar a otra estancia y, tras unas explicaciones en chino que me iban traduciendo y que me dejaron boquiabierto, me hizo un intento de cura ridículo. Su vendaje no se sujetaba ni a tiros, se caía, así que le pedí esparadrapo, algunas vendas y Betadine para curarme yo y, como no encontraban por ningún lado, una ¿enfermera? me echó del suyo en un botecito pequeño para darme algo. Si quieres conocer más detalles házmelo saber en los comentarios :-).
Al regresar al hotel Arantza me deshizo todo el entuerto, me "maqueó" la pierna lo mejor que pudo, y al día siguiente alquilé una silla de ruedas en el hotel para todo el día por si las moscas. Mano de santo. Mi siguiente visita, las Grutas de Longmen, acabó fenomenal gracias a mi autoreparación y a la fortaleza mental que me transmitieron los monjes Shaolin. Si quieres experimentar lo mismo que yo algún día te comento que todo este tinglao (silla, taxis, médico, etc) me costó únicamente 140 yuanes, unos 14 euros al cambio. Más barato que en el Carrefour oiga.
La construcción de las Grutas de Longmen data del año 494 en la época del emperador Xiaowen que trasladó la capital a Luoyang. Hay más de 2.100 cuevas que albergan más de 100.000 escuulturas y unos 3.600 retablos en piedra.
Detalle de la Gruta de los Diez Mil Budas.
Un recorrido espectacular al lado de un rio que se convierte en inolvidable. De nuevo habíamos visto una obra inmensa visitada por miles de personas que te empujaban por todas partes para subir y bajar las escaleras, y acercarse a las grutas para hacerse fotos. Agotador. Mis compañeros de grupo ya se sentaban siempre que había ocasión si había que hacer una "parada técnica" o esperar para hacer una compra.
Por la tarde toca el Templo del Caballo Blanco y tú dirás, a ver Javi, que coño me vas a contar ahora sobre este templo para que sea especial. Pues te diré que es el primer templo budista que se construyó en China, que se respira una impresionante tranquilidad en el ambiente, que la devoción y el incienso son una constante en todas sus estancias y que su colorido le hace especialmente bonito, como así lo demuestran estas fotos.