Seitán al aroma de jengibre

El seitán es uno de los muchos recursos de que dispone una persona que no quiera incluir proteína de origen animal en su dieta. Es una elaboración elaborada a partir del gluten (normalmente de trigo), una vez separada del almidón del cereal. Es un alimento tradicional en la cultura oriental. Contiene un 24,7% de proteína, pero no solamente por eso se le llama “carne vegetal”, sino también por su aspecto, textura, olor, sabor y consistencia. Vamos, que se lo puedes colar a tus hijos en forma de carne picada para unos espaguetti bolognesa y “padentro”… Y lo digo porque yo lo he hecho con mis sobrinos y han “tragado” pero como unos campeones!! Esa receta la he de poner más adelante… os va a encantar!
La receta de Seitán al aroma de jengibre es una delicia de plato, jugoso, lleno de suaves notas gustativas.

Esta receta, como todas las de este blog, tiene su propia historia. Es uno de los primeros platos que aprendí a preparar cuando empecé a estudiar macrobiótica y es uno de los que se ha quedado instalado en el nuevo menú de casa.

Así que tal como prometí hace unos meses, voy a empezar a variar la carta y poco a poco voy a ir introduciendo recetas mucho más sanas, pero que cubran totalmente las expectativas de los paladares más difíciles de domar.

Que sí, que ya sabemos que el seitán y la carne no son lo mismo… pero quizá este plato podría engañar a más de uno. No sé si te atreverás a probarlo, pero quiero pensar que sí! Y si me lo quieres contar, será la bomba.

Receta Seitán al aroma de jengibre

Según la forma tradicional

Ingredientes (para 2 raciones)

1 paquete de seitán
8 cebollitas pequeñas
3 cucharadas soperas de jugo concentrado de manzana
3 cucharadas soperas de salsa de soja (shoyu)
Aceite de oliva virgen extra (AOVE)
3 rodajas finitas de jengibre

Preparación

1.- Cortamos el seitán en cubos grandes.
2.- Ponemos una sartén con un poco de aceite (no para freír, sino para pintar la base de la plancha) y pasamos el seitán hasta dorarlo. Sacamos y reservamos.
3.- Pelamos las cebollas y las dejamos enteras. En la misma sartén donde hemos dorado el seitán, añadimos un par de cucharadas más de AOVE y vertemos las cebollas, para que también se doren un pelín por fuera.
4.- Una vez doradas las cebollitas (no hace falta que estén cocidas, sino -insisto- solamente doradas), agregamos el seitán, el jengibre, agua que cubra la mitad del volumen de las cebollitas, la salsa de soja y el jugo concentrado de manzana. Llevamos a ebullición.
5.- Reducimos el fuego al mínimo y dejamos cocer el conjunto hasta que todo el líquido se haya evaporado totalmente. Quedará un super concentrado final equivalente en cantidad a 3 ó 4 cuacharadas. Servimos y disfrutamos.

Nota: Podemos acompañar este plato con arroz basmati integral hervido Consulta el artículo de “Nutrición y salud”: La “carne vegetal”

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