La selección de grupo y la selección de parentesco han venido siendo dos modos de explicar cómo un alelo se fija en una población.
Para los partidarios de la selección de parentesco, el hecho de que las frecuencias de un alelo varíen de generación en generación tiene que ver, al menos en parte, con la relación de parentesco existente entre los individuos. El caso concreto de los bonobos nos los explica, por ejemplo, Juan Ignacio Pérez Iglesias (@Uhandrea) en este artículo.
Algunas situaciones son obvias, como que alelos “beneficiosos” que sean portados por un individuo pueden aumentar su frecuencia en la población y viceversa. Otras, no tan evidentes, se explicarían mediante la selección de parentesco: un alelo que perjudica a un individuo pero beneficia a los demás, como en el caso de las situaciones relacionadas con el altruismo, puede aumentar su frecuencia. En los insectos sociales ocurre que existen individuos fértiles (las reinas) e individuos estériles (las obreras). ¿Por qué estas últimas sacrificarían su fertilidad en beneficio ajeno? La explicación vendría de la mano de la selección de parentesco: aptidudes individuales, aunque perjudiciales para el individuos, benefician a los individuos emparentados con él.
En 2010, E. O. Wilson y otros, publicaron una análisis en Nature sobre esta cuestión (aquí un pdf completo). En resumen, llegan a la conclusión de que la hipótesis de la selección de parentesco no es válida para explicar estos casos de insectos eusociales, y que sirve mejor un modelo clásico de selección natural (con ciertas aproximaciones). Precisamente, Wilson acaba de publicar en un libro, The Social Conquest of Earth, en el que argumenta que el altruismo no es fruto de la selección individual o de parentesco, sino de la selección de grupo, en la que los alelos se fijan en la población porque favorecen a todo el grupo, independientemente del efecto de esos alelos en el individuo.
The Social Conquest of Earth
A Richard Dawkins le encargaron hacer una revisión del libro, y esto es lo que resume de él:
“(…) tiene interesantes capítulos sobre evolución humana y sobre el asunto de los insectos sociales (que conoce mejor que cualquier hombre vivo), (…) y fue una buena idea comparar estas dos cúspides de la evolución social, pero desafortunadamente, uno está obligado a vadear por muchas páginas de perversos y erróneos malentendidos sobre la teoría de la evolución”
Dawkins se refiere, concretamente, a que Wilson rechaza la selección de parentesco en beneficio de la selección de grupo, “una pobre e incoherente visión en la que la evolución está dirigida por la supervivencia diferencial de grupos enteros de organismos“.
La revisión del libro fue publicada en la revista The Prospect Magazine, y generó el mayor número de comentarios y cartas de los últimos tiempos de la revista. El consenso está de lado de Dawkins, pero Wilson le contesta al final de su crítica: “The science in our argument has, after 18 months, never been refuted or even seriously challenged“. ¿Alguien sabe de argumentos en contra de la hipótesis de Wilson?
Más información: además de los enlaces anteriores, los artículos generados por la polémica, actual y la que ocurrió en 2010 tras la publicación del análisis en Nature, son numerosísimos. Por ejemplo:
- Richard Dawkins, Edward O. Wilson, and the Consensus of the Many, por David Sloan Wilson.
- Richard Dawkins reviews Ed Wilson’s new book, por Jerry A. Coyne.
- Dear E. O. Wilson: Please retire or stick to ants, de Jen McCreight.
- Scientists Square Off on Evolutionary Value of Helping Relatives, de Carl Zimmer.
- Book review: ‘The Social Conquest of Earth,’ by Edward O. Wilson, por Colin Woodard.
- The Original Colonists: ‘The Social Conquest of Earth,’ by Edward O. Wilson, por Paul Bloom.
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